El empate tenía gusto a poco, pero por el desarrollo no era un mal resultado. Palmeiras había sido superior a lo largo de todo el encuentro y había contado con las mejores ocasiones de gol. Sólo la gran tarea del arquero debutante Agustín Cousillas y la mala puntería de los delanteros brasileños podía explicar el 0-0. Hasta que en la última jugada del partido, Gabriel Peñalba anotó el tanto de la victoria para que Tigre se llevara un 1-0 que lo mantiene con chances en el Grupo 2 de la Copa Libertadores.

Palmeiras hizo méritos para llevarse el triunfo. Manejó mejor la pelota, jugó el partido que pretendía y generó las ocasiones de gol más claras del encuentro. Incluso, cuando ya se jugaba tiempo de descuento, Kleber tuvo el gol de la victoria, pero se demoró en la gambeta, quiso eludir a todos los defensores locales y permitió que Orban lo cerrara con enorme categoría. De ese contragolpe fallado por displicente, llegó un tiro libre a favor de Tigre en tres cuartos de campo. Botta ejecutó el centro, Ferreira ganó en el área rival y bajó la pelota al medio y Peñalba llegó por el segundo palo para conectar y vencer al arquero visitante. Así Tigre concretó una victoria con sabor a hazaña, que le permite sostener sus ilusiones de seguir en el torneo continental.

En el juego, el conjunto de Gorosito quedó en deuda. Con la habilidad de Botta no le alcanzó para desequilibrar, ya que el talentoso volante estuvo bastante aislado. Por el contrario, Palmeiras sacó provecho de la desesperación de Tigre y utilizó los espacios para llevar el partido hasta el terreno que más le convenía. Con delanteros punzantes, los paulistas desnudaron falencias en el fondo argentino, pero no supieron concretar las ocasiones generadas ante Cousillas, que siempre respondió con acierto para mantener el empate. Hasta que llegó ese minuto mágico, en el que Tigre pasó de la derrota casi segura al triunfo impensado. No fue justo por lo que ambos habían mostrado a lo largo del juego, pero a nadie de Tigre le importó por la relevancia que cobró la victoria.