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Por Ignacio Naya
Desde Londres

Después de su inolvidable 2002 en este torneo, el argentino David Nalbandian continúa con solidez su camino en el torneo de tenis de Wimbledon, donde ayer se clasificó para la tercera ronda tras eliminar en tres sets al brasileño André Sá. El cordobés se impuso 6-2, 7-5, 6-2 sobre el césped de la cancha uno, la segunda en importancia del All England Club, y ahora se enfrentará en el próximo partido al eslovaco Karol Kucera. Este Grand Slam reparte 15,7 millones de dólares en premios y puntos para las clasificaciones de la WTA y la ATP. “Me sentí muy sólido, muy cómodo, aunque había mucho viento y estaba difícil para sacar”, recordó el rubio jugador, que sólo consiguió meter el 49 por ciento de sus primeros saques.
A pesar de todo, el argentino persiguió sin demora su objetivo: cerrar su pase a la tercera ronda cuanto antes. “La clave fue estar concentrado. Yo siempre digo lo mismo. En principio siempre espero un partido duro, si luego resulta fácil, mejor.”
Con gesto tenso durante todo el encuentro, el argentino demostró que llegó a Wimbledon con la intención de repetir su sorprendente actuación del año pasado, cuando en su primera participación llegó a la final frente al australiano Lleyton Hewitt. “Creo que me siento mejor que el año pasado”, advirtió. “Además, la experiencia de haber llegado tan lejos me está ayudando.”
Con sólo 21 años, Nalbandian se hizo esta temporada de un lugar entre los diez mejores jugadores del mundo, algo con lo que soñaba desde que se hizo profesional, hace tan sólo tres años. Sin embargo, justo después de conseguirlo, tras alcanzar los cuartos de final en el Abierto de Australia a principios de temporada, el rendimiento del argentino comenzó a decaer de forma alarmante. Nalbandian no ha logrado ni un solo título en toda la temporada, y son contados los torneos en los que llegó a las últimas rondas. En Roland Garros, hace dos semanas, fue eliminado en la segunda vuelta por el francés Nicolas Coutelot.
Al llegar a Wimbledon, el escenario de su mayor éxito, el argentino parece transformarse. Pese a haber crecido en una cultura tenística de arcilla, el césped parece adaptarse como un guante al juego de Nalbandian, que tiene en su excelente devolución una de sus mejores armas.
“Me gusta mucho el pasto”, aseguró el argentino. “Es diferente al polvo de ladrillo. Yo no diría que es mi superficie preferida, pero me gusta mucho”, agregó. Con este triunfo, Nalbandian aseguró su presencia en el All England Club al menos hasta mañana.
Por su parte, hoy será el turno de su compatriota Paola Suárez, la única latinoamericana en el cuadro femenino. La jugadora argentina buscará un lugar en los octavos de final frente a la eslovena Maja Matevzic.