“Talleres de Córdoba es de Primera y el objetivo es volver. Somos segundos en venta de entradas en Argentina detrás de Boca y en el partido de anoche (por el lunes) registramos la quinta mayor asistencia de público del fin de semana en todo el mundo”, afirmó el gerenciador del club, Rodrigo Escribano. El equipo cordobés volvió a la B Nacional después de cuatro años, ascendiendo desde el Argentino A al vencer el lunes 1-0 a San Jorge de Tucumán, ante unos 60 mil hinchas en el estadio Mario Kempes.

“Ganamos porque fuimos los mejores, los que más puntos sacamos y también en todos los rubros: goles a favor, partidos ganados, perdidos, fuimos los mejores”, destacó el entrenador, Arnaldo Sialle, una vez consumado el ascenso. Sialle condujo tres años atrás a Brown de Madryn a la categoría y está en la institución del Barrio Jardín desde hace dos temporadas. “Se logró el ascenso tras un año complicado en cuanto a la responsabilidad de lo que significa trabajar en Talleres.”

El goleador del equipo, Gonzalo Klusener (24 tantos), afirmó estar “contento por el triunfo y haber logrado el objetivo que todos buscamos desde el principio”. El delantero, de 29 años, dijo que le gustaría seguir en Talleres, porque “es un club grande con una seguidora hinchada”.

“Nosotros tomamos las riendas de un club quebrado en 2010, con un pasivo de 50 millones de pesos y solamente seis jugadores con contrato profesional –agregó Escribano–. La idea es devolverles la institución a los socios a principios del año que viene, para cuando se programarán las próximas elecciones”, aclaró.

Talleres será el segundo club cordobés en la B Nacional, junto a Instituto. Mientras los hinchas de la T viven la alegría del ascenso, los de Racing de Córdoba viven la amargura de haber descendido al Argentino B, tras perder por penales ante Alumni de Villa María, al punto que las viviendas del presidente y el vice del club sufrieron sendos ataques. Al presidente Fabián Novack le incendiaron el garaje de su casa y al vice Juan Ramírez le balearon la casa.