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Un esfuerzo supremo y casi cuatro horas y media de batallar necesitó el argentino David Nalbandian (6º preclasificado) para imponerse ayer al eslovaco Karol Kucera en cinco sets: 6-4, 5-7, 6-7 (1-7), 6-4 y 6-2. Así, el unquillense, único representante argentino en el cuadro masculino, se metió en los octavos de final de Wimbledon, torneo de Gran Slam en el que el año pasado llegó a la final, que perdió con el australiano Leyton Hewitt, este año sorpresivamente eliminado en primera ronda. En esta oportunidad, el rival en octavos será el local Tim Henman, quien venció al sueco de 18 años Robin Soderling por 6-3, 6-1 y 6-4. Mientras, la otra sobreviviente argentina, Paola Suárez, deberá aguardar hasta mañana lunes para jugar el partido de octavos ante la italiana Silvia Farina.
Mucho debió luchar Nalbandian para ganarle a un rival duro y que decayó en su rendimiento recién después del cuarto game del quinto set, cuando estando 2-1 arriba tuvo seis oportunidades de quebrar y ponerse 3-1, pero Nalbandian no lo dejó. A partir de ahí, el argentino ganó cinco games seguidos y se llevó el partido.
En el primer set, Nalbandian hizo mejor las cosas, jugó más seguro y definió bien cuando fue a la red para quedarse con el parcial por 6-4.
En el segundo, el argentino tuvo ventajas de 4 a 1, pero entró en un tobogán, cometió dobles faltas y el eslovaco no lo perdonó para ganarle, por 7-5. En el tercero, Nalbandian arrancó mejor pero volvió a quedarse y llegaron a una igualdad en 6 y dejar la definición para el tie break, donde Kucera le pasó por encima (7-1). En el cuarto todo fue más equilibrado, pero Nalbandian logró quebrarle el servicio y quedarse con el set, por 6-4.
El arranque del quinto y definitorio fue para Kucera, quien se colocó 2-0. A partir de allí se vio lo mejor del argentino, quien comenzó a hacer pesar su mayor variedad de golpes y un mejor estado físico para adjudicarse seis games consecutivos, el partido y el pasaje a los octavos de final, donde lo espera el ídolo de los ingleses, Tim Henman, quien está ante una de sus últimas oportunidades de ganar en la Catedral del tenis.
Después del partido, muy extenuado, Nalbandian, declaró: “Fue un partido duro y jugado en un clima sofocante. En el cuarto set creí que lo perdía, pero me recuperé a tiempo y lo di vuelta. Nunca me di por vencido y con las pocas fuerzas que me quedaban me llevé el triunfo. Ahora quiero descansar y después prepararme para jugar el lunes con Henman, quien seguramente tendrá el apoyo de toda la gente”, concluyó.