El Congreso de la FIFA aprobó ayer de forma casi unánime la reforma de los estatutos de la organización para lograr más democracia y transparencia en su gobierno, aunque la polémica por la eliminación de la limitación de edad y mandatos declara la división interna. Los delegados reunidos en Mauricio decidieron por 198 votos a favor y dos en contra implementar el paquete de medidas propuesto por el Comité Ejecutivo, que prevé cambios importantes en la estructura de la organización, azotada durante años por escándalos de corrupción.

A partir de ahora, la elección de la sede del Mundial volverá del Comité Ejecutivo al Congreso, donde las 209 federaciones miembro parecen poder dar una respuesta más democrática que los poco más de 20 componentes del gobierno de la FIFA. También se aprobó que las personas en los puestos más relevantes sean sometidas a un examen de integridad, aunque el hecho de que el test se realice por instituciones internas fue criticado por organizaciones anticorrupción.

Las cuatro federaciones históricas británicas perdieron además el derecho a nombrar un vicepresidente de FIFA, aunque el puesto quedará en manos de un representante de la Unión Europea de Fútbol Asociado (UEFA).

El proceso de reformas votado en el congreso, que se celebra en el Centro Internacional de Convenciones Swami Vivekananda, a las afueras de Port Louis, se vio sacudido en los últimos días por la polémica generada por el límite de edad y mandatos. La UEFA emitió una resolución en enero en la que se mostraba partidaria de limitar la edad de los miembros del Comité Ejecutivo a 72 años, así como restringir los mandatos a 12 años, en dos términos de ocho y cuatro. Pero el presidente de la FIFA, el suizo Joseph Blatter, de 77 años, es contrario a establecer una edad máxima. El Comité Ejecutivo decidió el martes posponer un año la decisión sobre este punto, algo que no gustó nada al presidente de la UEFA, Michel Platini, de 57 años, y considerado el máximo rival del suizo por el trono de la FIFA.

Los presidentes de las federaciones de Alemania y Dinamarca tomaron la palabra para quejarse de que las propuestas fueran postergadas hasta 2014. “Lo encuentro una pena”, dijo el alemán Wolfgang Niersbach. “La señal enviada al público hubiera sido aún mejor si esto se hubiera votado.” No obstante, el congreso decidió por un resultado de 139-16 retrasar ambos asuntos para la reunión de 2014 en San Pablo.