Gastón Cogorno formalizó su renuncia como presidente de Racing por “diferencias irreconciliables” con el vice primero, Rodolfo Molina, y avaló la asunción de Víctor Blanco como nueva máxima autoridad del club. “Por los hechos de público conocimiento en torno de las diferencias irreconciliables que mantengo con el vicepresidente 1º de Racing de Avellaneda, Rodolfo Molina, presento mi renuncia al cargo de presidente de la entidad”, expresó Cogorno en un comunicado difundido por el sitio oficial. Blanco asumió que tiene “todo para perder y nada para ganar” por la crítica situación heredada. Estará a cargo de la presidencia hasta diciembre de 2014, y luego llamará a elecciones para elegir nuevas autoridades.

“Hoy es conocido por todos que los resultados futbolísticos adversos aceleraron la crisis institucional que durante un año y medio intenté evitar. Esto no me exime de errores que seguramente cometí y los cuales asumo con total responsabilidad”, agregó el ahora ex mandatario elegido en diciembre de 2011. “Quiero expresar mi total y absoluto apoyo a Víctor Blanco, quien a partir de hoy tendrá la enorme responsabilidad de conducir los destinos del club”, concluyó Cogorno.

Blanco, empresario de 65 años, pasó de vice segundo a presidente de Racing, tal como se resolvió mayoritariamente en una reunión de comisión directiva el pasado viernes en un hotel porteño.

No es sencilla la tarea que le espera al nuevo presidente, que además de normalizar la situación deberá actuar para alterar la desastrosa campaña que cumple el equipo, tras nueve derrotas consecutivas: desde que Carlos Ischia se hizo cargo del plantel, Racing sólo sumó un punto en cuatro partidos. Caso contrario, el equipo “va camino al descenso”, pronosticó.

“Somos todos culpables, los que pertenecen a un bando y al otro.”

Tan pésima campaña comienza a generar ruido por el lado de la tabla de los promedios. Racing cuenta con 1,341 punto y suma 114 unidades en las últimas tres temporadas, que lo separan por 15 de Godoy Cruz, que se encuentra en zona de descenso y divide de la misma manera.

“Nosotros estamos en el bando de los dirigentes y no estamos dando un ejemplo bueno, algo que tendríamos que hacer. Hay que hacer una autocrítica desde nuestro lado y después ver el tema del equipo”, opinó Blanco.

Más allá de lo futbolístico, la resolución de la crisis política llegó después de una semana muy complicada. “Es momento de que una persona se haga cargo y enderece el barco”, había exigido Blanco la semana pasada. “Tiene que renunciar el presidente (Cogorno) y el vice primero (Molina). Que yo asuma depende de la renuncia de ellos dos. Y si no lo hacen, no aceptaré el cargo y renunciaré”, advirtió durante el fin de semana. Ayer se le facilitó la asunción.

“No necesito de Racing, para nada. Lo disfruté y lo disfruto mucho más como simpatizante, desde la tribuna o desde la platea, pero estamos pasando por un mal momento y quiero ayudar porque soy hincha”, explicó. “Esto es algo que lo pensó toda la comisión directiva, no fue decisión mía –agregó–. Ser presidente no me quitaba el sueño. Estaba como vicepresidente segundo y no pensaba estar en este lugar.”