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La Liga Nacional de Básquetbol cerró su primera mitad de la temporada con dos equipos cortados en la punta y con el primer entrenador despedido. El actual campeón, Regatas de Corrientes, y Peñarol, el monarca de los tres torneos anteriores, marcan la pauta tras los primeros veinte partidos (seis de la segunda fase), mientras que Atenas, que aspiraba a ser el tercero en discordia, terminó por despedir a Mario Milanesio como técnico y espera contratar a Oscar Sánchez, tras su caída como local ante Quilmes. Antes del receso por las fiestas, los ocho mejores equipos de la primera fase se verán las caras en el Súper Ocho, que arrancará mañana en Mendoza.

En una liga devaluada, con marcadas diferencias entre los líderes y los equipos más flojos, la ausencia de descensos está conspirando contra la competencia. Pero eso no les interesa a Regatas y Peñarol, cortados en la cima de la tabla. Los correntinos basan su poderío en su imbatible localía, donde suman 29 triunfos consecutivos entre la pasada y la actual temporada y donde hace más de un año que no pierden. Hasta el momento suman 24 puntos, con un record de 17 victorias y 3 derrotas.

Pegadito lo sigue Peñarol (15-5), a medio punto por el arrastre. Los marplatenses superaron la crisis que les generó la lesión de Facundo Campazzo, cuando sólo ganaron dos de los siete partidos que jugaron sin su armador. Con el base de la Selección Argentina en el campo, el equipo de Fernando Rivero tiene un record de 13-0 y acumula 11 triunfos seguidos, entre ellos uno ante el campeón y líder en Mar del Plata.

Distinta resulta la historia de Atenas, que con Walter Herrmann se armó con intenciones de campeón y por ahora deambula en la mitad de la tabla. La derrota de local con Quilmes de Mar del Plata, una de las sorpresas de la temporada, derivó en el despido de Milanesio. La idea de Felipe Lábaque, su máximo dirigente, es contar por tercera vez con Oscar Sánchez, que tiene muchas ganas de volver a dirigir, pero que en la actualidad se está tratando por unos dolores en la espalda que le impiden moverse con comodidad y que lo hacen dudar de aceptar el ofrecimiento.