San Lorenzo pudo festejar por primera vez en el torneo, luego de dos derrotas consecutivas. El equipo superó a Quilmes y sumó sus primeros puntos en el certamen. Con esta victoria, el club finalizó una seguidilla de cinco traspiés, sumando los últimos tres partidos del torneo Final ganado por River. A pesar de que no exhibió un nivel superlativo, algunas apariciones de sus hombres más importantes le alcanzaron para desnivelar ante un rival que tiene poco para ofrecer y por ese motivo se encuentra en los últimos puestos de la tabla.

El equipo visitante fue el que mostró más decisión para tener la iniciativa del juego, a pesar de alguna aproximación aislada de Quilmes. Para lograrlo, Villalba y Verón eran los más participativos en el armado de las jugadas. Tanto por derecha como por izquierda, los dos chicos ofrecían dese-quilibrio y velocidad para superar a sus marcadores.

Entre ellos se encargaron de darle los primeros gritos a su equipo. A los 22 minutos, Verón desbordó por la izquierda, lanzó la pelota al área y Villalba convirtió de cabeza, ingresando por atrás de todos. A partir del gol, San Lorenzo se fue encima de su adversario, que no mostraba reacción y estaba desbordado por el visitante.

Con ese panorama llegó el segundo gol de San Lorenzo y en este caso el propio Verón fue el que la terminó de manera favorable: volvió a llegar por su franja y antes de ingresar al área remató cruzado para ubicar la pelota al lado del palo más lejano de Benítez.

El técnico de Quilmes decidió el ingreso del joven Montaño para el segundo tiempo, y el delantero le aportó mayor movilidad en los metros finales. Incluso en su primera intervención estuvo cerca de conseguir el descuento: Montaño enganchó dentro del área y tiró al arco, pero la pelota salió muy cerca del palo izquierdo de Torrico. Más tarde, el arquero volvió a aparecer para controlar un tiro de Carrasco Martínez.

Por la vía del contraataque, San Lorenzo estuvo cerca de aumentar la diferencia, pero Benítez se exigió con acierto ante un derechazo de Matos, que le pegó luego de sacarse dos hombres de encima.

El final encontró a San Lorenzo defendiendo en su campo, mientras Quilmes era impotente ante cada intento. Para colmo, el penal ejecutado por Ortigoza le trasladó más problemas al equipo local.