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Lucas Matthysse abrirá esta noche los siete días más excitantes que el año le depara, al boxeo argentino. A las 23.30 y con televisación directa de la TV Pública desde el U.S. Bank Center de Cincinnati (Ohio), el noqueador chubutense enfrentará en 12 rounds al mexicano Roberto Ortiz en una pelea en la que estará en disputa el título Plata del Consejo Mundial en el peso welter junior en poder del fuerte peleador azteca.

Que quede bien en claro: no es el de hoy un combate por la corona mundial sino por un título de segunda selección con el que el CMB reconoce los méritos de los boxeadores ascendentes. Pero la importancia del resultado va mucho más allá. Porque, de ganar, Matthysse tendrá casi asegurada una nueva chance por el campeonato mundial de la categoría ante el actual campeón, Danny García o ante el estadounidense Adrien Broner, si es que García deja vacante la corona y sube a los welters. Precisamente, el arrogante Broner también formará parte de la velada de esta noche enfrentando a su compatriota Emanuel Taylor.

Tanto los antecedentes de Matthysse (31 años) como los de Ortiz (28) permiten augurar un trámite breve y explosivo. De las 35 victorias del argentino, 33 fueron antes del límite y viene de protagonizar el 26 de abril pasado una de las peleas épicas del año ante John Molina, a quien noqueó en 11 rounds en Carson (California), luego de haber caído en dos ocasiones.

Por su parte, el mexicano Ortiz también tiene la mano pesada. Está invicto y de sus 31 triunfos, 24 los logró por fuera de combate. Es fuerte y rápido en los cruces pero su absorción al castigo ofrece serias dudas. Se ha ido a la lona ante rivales mucho menos calificados que Matthy-sse y nunca ha tenido hasta aquí un rival tan riesgoso como el chubutense. En teoría, por calidad y nivel de oposición, las mejores chances están del lado de Matthysse. Pero cuando dos noqueadores están frente a frente, cualquier pronóstico puede desvanecerse con la primera trompada bien dada.