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El principio del fin del ciclo de Oscar Ruggeri como entrenador de Independiente, ayer pronosticado por este diario, se transformó en el final concreto menos de 24 horas después, cuando el polémico entrenador decidió formalizar su renuncia al cargo, un día antes de jugar la revancha ante River por la Copa Sudamericana. “Mi presencia irrita a los hinchas”, argumentó Ruggeri, que venía de protagonizar un altercado con el arquero Luis Islas y de sentir, a continuación, la falta de respaldo del presidente de la institución, Andrés Ducatenzeiler. Américo Gallego, que dirigió el equipo hasta hace tres meses, suena como principal candidato a asumir el cargo vacante, aunque circuló la posibilidad de que Ramón Díaz pueda llegar a un arreglo. Ruggeri, el entrenador que había dicho al llegar al club “espero que mi paso por Independiente sea mi trampolín para dirigir a la Selección”, conducirá por última vez al equipo, esta noche en el Monumental y, fiel a su costumbre, dispondrá varios cambios en la alineación. Ayer también renunció el conductor de Gimnasia, Mario Gómez.
Hasta la semana pasada, no había entrenador de Primera más aquejado por los rumores de inestabilidad que Manuel Pellegrini. Sin embargo, el chileno llega al partido de esta noche rodeado de cierta tranquilidad, la que supo acercarle la victoria sobre Olimpo, el domingo; será su colega en el banco visitante el que haga antes el bolso para marcharse. “Decidí dirigir mañana (por hoy), como corresponde, porque éste era un partido de 180 minutos –explicó el entrenador–. Pusimos nosotros al club en estas condiciones de estar perdiendo 4-1, me parecía lo más normal dirigir el partido y terminar.”
Desde el punto de vista de los resultados, la campaña de Ruggeri no puede ser considerada tan mala: en ocho partidos del Apertura, sólo perdió una vez, el sábado ante Colón, y sumaba además tres triunfos y cuatro empates. En la Copa Sudamericana había eliminado a Central, antes del fatídico 1-4 ante River. “Los resultados son positivos”, argumentó ayer el entrenador renunciante. Pero era evidente que el disgusto que sentían los hinchas del club por su figura lo obligaba a mostrar números mucho más contundentes para poder ser tolerado, lo que no sucedió. Finalmente, los dirigentes se inclinaron menos por respaldar su decisión original, la de la contratación de un técnico de una línea poco afín a la prosapia futbolística del club, que por satisfacer la voluntad de los hinchas.
Después de que el lunes estallara la polémica entre el entrenador e Islas, luego de que el arquero decidiera no concentrar para el partido de esta noche cuando se enteró de que iría al banco y no sería titular, los acontecimientos tuvieron un desenlace vertiginoso. El presidente Ducatenzeiler anunció pasado el mediodía el alejamiento de Ruggeri, y el propio entrenador confirmó de inmediato la noticia. “No puedo hablar del sucesor”, dijo entonces el dirigente.
Américo Gallego, quien precedió a Ruggeri en el cargo (y a quien Independiente le debe 300 mil pesos), y Osvaldo Sosa, ex jugador del club en 1969, fueron los primeros nombres que se mencionaron como candidatos a reemplazar a Ruggeri, pero se supo que dos dirigentes de Independiente ya mantuvieron una reunión con Ramón Díaz, a quien le ofrecieron el cargo. De todas maneras, el riojano ya habría declinado la oferta, pensando en otras posibilidades. También sonaron algunos nombres para el caso, como los de César Luis Menotti y Oscar Washington Tabárez. El uruguayo es una elección personal del presidente Ducatenzeiler.
Con Ruggeri fuera del cargo, ayer circuló un sinfín de rumores. El primero, que alentó el mismo Ducatenzeiler, asegura que el entrenador ya había acordado su renuncia el domingo, al día siguiente de la derrota con Colón. Habría sido por esa razón que el dirigente no respaldó a su empleado el lunes.
Otra versión sostenía que la decisión de Ruggeri de excluir al arquero del partido de mañana no tuvo nada que ver con el rendimiento del jugador ante Colón, o con la dolencia en el hombro que lo afligía, sino con unpedido para incluir a Damián Albil, representado por Gustavo Mascardi, ya que el empresario habría gestionado que emisarios de un club de Inglaterra vinieran a verlo para poder colocarlo en ese mercado.
La especie circulante la semana anterior, según la cual varios jugadores –entre ellos Islas– le habían hecho un planteo al técnico para que no insistiera con tantos cambios y les diera seguridad a los titulares, fue casi confirmada por el entrenador saliente cuando habló del respaldo del plantel. “Hmmm... sí, tuve, pero prefiero no hablar del tema –respondió-. Uno debe ser inteligente y manejarse bien porque hay un club que merece respeto. Yo hablé con los jugadores y si ellos deciden ventilar lo que charlamos, es su problema”, consideró.