El entrenador de River, Marcelo Gallardo, afirmó luego de la derrota ante Cruzeiro, de Brasil, que a su equipo “no hay que darlo por muerto” y que buscarán ganarle el miércoles al mismo rival en Belo Horizonte, para avanzar a las semifinales de Copa Libertadores. “Fue un partido parejo y nos hicieron el gol en una jugada aislada. No podemos jugar peor y tendremos que ganar en Brasil. Pero este equipo nunca se ha dado por muerto”, resaltó el técnico en conferencia de prensa.

Y continuó: “Generamos muy poco, hubo voluntades, pero hay que tener frescura y claridad, si no se hace difícil. Nada para reprochar y tendremos la responsabilidad en el próximo partido”. “La llave está abierta, son partidos de 180 minutos y estamos perdiendo por un gol. Podemos hacer un gol en Brasil y debemos ser inteligentes”, señaló el entrenador.

A su vez, el defensor Jonathan Maidana aseguró que su equipo está con chances de dar vuelta la serie con Cruzeiro, después de la caída en el estadio Monumental. “Estamos con chances y podemos darlo vuelta”, destacó Maidana. Y agregó: “Nos vamos con bronca porque teníamos el partido controlado y nos hacen el gol sobre el final. Estaba todo bastante parejo y no pudimos concretar las chances que tuvimos”.

El plantel se entrenó ayer por la mañana en el estadio y se estima que para visitar a Tigre jugará un equipo alternativo. Los futbolistas que jugaron ante el equipo brasileño realizaron trabajos regenerativos en la pileta del club, mientras que quienes sumaron pocos minutos, y aquellos que no participaron, hicieron ejercicios físicos y luego técnicos en el campo de juego principal, con miras al partido de mañana ante Tigre.

El poco margen que tiene River si quiere avanzar a las semifinales de la Libertadores inclinaría a Gallardo por darles descanso a la mayoría de los jugadores que fueron titulares y lo serán en Belo Horizonte.

River visitará mañana al equipo de Victoria desde las 21.30, en el partido que cerrará la decimotercera fecha, mientras que el miércoles buscará la clasificación en la Copa en el mítico Mineirão.