La apuesta por el campeonato económico que adoptó la dirigencia de Vélez, hasta el momento, no trajo buenos resultados. Ni en la cancha ni en la vida institucional del club. El jueves último, a pesar de que la práctica en la Villa Olímpica era a puertas cerradas, un grupo de barrabravas logró hacerse presente y apretó al plantel. Sobre todo a los más jóvenes. Miguel Russo, el entrenador del equipo, explicó lo sucedido ayer en conferencia de prensa: “No es bueno lo que pasó, hubo personas extrañas, pero nunca hubo agresiones físicas ni nada. Es algo que tenemos que arreglar”.

“No se desarrolló con normalidad, la situación no es común y menos en Vélez, donde nunca tuvo inconvenientes de este tipo. Los más grandes tuvimos que sobrellevarlo con calma”, contó el técnico, cuyo equipo marcha 23º en el torneo, con 25 puntos, y acumula tres derrotas consecutivas. “No recibimos agresiones ni nada por el estilo, pero tampoco fue pacífico. Algo nos superó y no hay que minimizarlo”, agregó.

Russo, campeón en Vélez en 2005 y con una vasta trayectoria en el fútbol argentino, asumió la responsabilidad por este presente y aclaró que una eventual victoria ante Huracán mañana, desde las 16 en Parque Patricios, de ningún modo estará atado al encuentro con los barras. “Hay que revisar la seguridad. Esto es ajeno al fútbol y no le hace bien. Se necesita que dejen a los chicos tranquilos. Esto lo repudio”, añadió, además de expresar que “en este pais pareciera que no se bancan los proyectos deportivos” y que “se pierde la paciencia muy pronto”.

Además, el director técnico remarcó que “el momento futbolístico de Vélez está atado a lo económico” y en ese párrafo destacó el perjuicio que ocasionó las salidas de Mariano Pavone y Hernán Pellerano en mitad del certamen. También se mostró optimista en cuanto al futuro. “Las cosas van a venir solas. Estoy convencido de eso”, puntualizó.

Por otra parte, Guillermo Pizzoglio, vicepresidente del conjunto de Liniers, le aportó su punto de vista a Télam, que difirió de la mirada de Russo. “Llegaron veinte personas, pero nadie fue a increpar jugadores ni cuerpo técnico. No hubo agresiones. Es mentira lo que se dice que entraron al vestuario, yo estuve ahí”, resumió el dirigente. “Nosotros apostamos a los jóvenes, ¿cómo vamos a ir a increpar a los chicos? Es todo mentira. Llaman la atención estas cosas por cómo está Vélez, pero no con estas mentiras. Apoyamos a los jugadores y al cuerpo técnico”, acotó.

Informe: Leonel Lenga.