“La mayoría de los grandes consiguieron algo en este último tiempo. Por eso es una presión extra que Boca no haya ganado títulos en los últimos años”, reconoció Rodolfo Arruabarrena, entrenador del puntero del torneo, sobre la sequía de cuatro años que lleva el equipo. Además, analizó a San Lorenzo y Central, los principales competidores en el torneo, y remarcó que no quisiera jugar las semifinales de la Copa Argentina ante Lanús en fecha FIFA porque implicaría perder jugadores titulares del equipo.

“Matemáticamente depende de nosotros. Eso lo tenemos claro. Pero lo peor que podemos hacer es relajarnos y confiarnos porque no ganamos nada. La próxima fecha es muy importante. Esperemos hacer bien nuestros deberes”, continuó. Para el partido del domingo en la Bombonera ante Crucero, que podría sellar su descenso, la AFA confirmó a Jorge Vigliano como árbitro. Además del plantel que comanda, Arruabarrena le puso la lupa a los rivales directos en el camino al éxito. “Central tiene una idea y es muy vistoso. San Lorenzo tiene otra forma, pero es muy práctico, ordenado y equilibrado. Es uno de los que menos goles recibió”, opinó.

Consultado por el partido de semifinales ante Lanús por Copa Argentina, que podría realizarse en fecha FIFA, respondió que “ya se jugó una fecha cuando no se tenía que jugar (en referencia al partido con San Lorenzo de la fecha 23ª). Prefiero jugar el 21 de octubre”.

En el plano futbolístico, aunque Arruabarrena había licenciado por dos días al plantel para que pudieran descansar adecuadamente, Pablo Pérez y Marcelo Meli, ambos lesionados, se presentaron a entrenar en Casa Amarilla para acelerar su vuelta al equipo. Los dos mediocampistas apuntan a estar disponibles para el partido de la fecha 28ª ante Racing. Junto a ellos se ejercitaron los tres arqueros del plantel y el defensor Lisandro Magallán. Por otra parte, Diego Maradona, a veinte años de su regreso a Boca, le declaró su incondicionalidad a Carlos Tevez. El ex jugador y ex entrenador de la Selección consumó su regreso al club de sus amores el 30 de septiembre de 1995. Sin embargo, lejos de lo soñado, no fue una temporada exitosa ni para Boca ni para él, quien por una serie de contratiempos físicos y extrafutbolísticos no terminó de brillar en su máximo esplendor. “A mí me hubiese gustado volver así, con todas las fuerzas del mundo. Por eso digo que daría un brazo sin dudas por jugar en Boca con Carlitos”, dijo el diez, con su particular estilo. “No hay nadie a quien le entre mejor la número 10 de Boca que a Carlitos... Fijate a que a River se le volvió a ganar a lo Boca”, añadió, además de resaltar desde Dubai que “con Carlitos volvió la unidad al vestuario y el club volvió a ser lo que fue”.