Sábado, 14 de noviembre de 2015 | Hoy
DEPORTES › LO QUE MOSTRO LA ARGENTINA EN LAS ELIMINATORIAS
A pesar de las ausencias notorias, el equipo de Martino experimentó ayer ciertas mejorías con respecto a lo que había demostrado frente a Ecuador y ante Paraguay.
Por Juan José Panno
A la Selección Nacional le faltan jugadores fundamentales, como se sabe. Messi figura en primer lugar de la lista, por orden de importancia. Y con Messi se potencia la remanida idea de que los que no están son mejores que los que están. Además de Messi se notan también las ausencias del Kun Agüero, de Carlitos Tevez, del Flaco Pastore, de Garay y de Zavaleta. Demasiado si se tiene en frente al histórico Brasil del jogo bonito, pero no tanto si se considera que este equipo de Dunga es mediocre, no tiene ideas, se recuesta demasiado en lo que puede producir Neymar, hace tiempo, pega patadas, revolea la pelota sin ponerse colorado y, como ocurrió ayer, es capaz de regalar un tiempo.
También le falta carisma al director técnico, gancho con la gente. Martino es serio, honesto, trabajador, trata de ser claro en sus mensajes, pero no consigue una buena comunicación con los futbolistas y con la gente. Puertas adentro no se da el clima ideal para un equipo con aspiraciones y puertas afuera eso termina notándose. Sin embargo, ayer en el primer tiempo Argentina jugó como si todo estuviera bien y por momentos fue un equipo sólido en todas las líneas.
Tiempo falta también. Tiempo para un mayor conocimiento entre los responsables del plantel y los jugadores, tiempo para ajustar detalles del rendimiento general. En varios pasajes del primer tiempo la Selección jugó como si todo eso estuviera sincronizado. Además del buen funcionamiento general tuvo individualidades desequilibrantes. La jugada del gol es un ejemplo de lo que puede llegar a conseguir este equipo. Pero en el segundo tiempo no pudo mantener ese nivel, acaso porque falta convicción o porque no encontró respuesta para sobreponerse a los malos momentos, como ocurrió tras el empate de los brasileños.
En la última conferencia de prensa Martino habló de estos temas. Destacó que a veces las individualidades desequilibrantes (hablaba tanto de los propio como de los rivales) son una buena alternativa cuando no se logra ensamblar al equipo. Y es cierto, pero a veces ocurre que sólo se depende de la inspiración de alguno de los futbolistas y la pelota parece circular sin ton ni son a la espera del milagro, como ocurrió en el segundo tiempo.
La falta de apoyo es otro elemento distintivo de la Selección nacional. De esta y de todas, aunque el presente parece opacar todo lo anterior. El hincha de fútbol deja el alma por los colores de su cuadro, pero retacea el aliento cuando juega la Selección. El hincha común, capaz de celebrar que su equipo sume tres puntos colgado del travesaño, reclama que el seleccionado juegue de maravillas y gane por goleada. De hecho el segundo puesto en la Copa América fue considerado un fracaso y al subcampeonato con Sabella en el Mundial de Brasil no se le dio la importancia que merecía.
Ayer la gente recibió tibiamente al equipo, apoyó en los mejores momentos pero promediando la segunda parte comenzó a mostrar su fastidio porque el equipo había perdido la pelota. Sobre el final, apoyó mucho en las embestidas de Argentina y terminó despidiendo con tibios aplausos a un equipo que, indudablemente, había sido superior y había merecido ganar.
La cadena de ausencias y limitaciones (jugadores lesionados, técnico acusado de apático, nebuloso clima interno, falta de tiempo para trabajar y apoyo restringido) condicionó la actuación de la Selección en los dos primeros encuentros. Se había jugado mal contra Ecuador, se rascó un punto en Paraguay, pero anoche fue distinto, produjo su mejor actuación en lo que va de las Eliminatorias. No se ganó un partido, pero se levantó la autoestima y puede esperarse con un poco más de ilusión lo que viene, que será el partido del martes frente a Colombia, en Barranquilla.
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina | Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.