El escenario elegido no podía ser otro. A escasos metros de un buzón y de espaldas al ex Correo Central, los dieciocho detenidos desaparecidos de Encotel fueron recordados ayer en un acto que cerró la ministra de Cultura de la Nación, Teresa Parodi. Con palabras alusivas y una canción que hizo lagrimear a familiares y amigos de los trabajadores, la cantautora participó del homenaje que finalizó con la colocación de tres baldosas que recuerdan a las víctimas del terrorismo de Estado. En su memoria, quedaron grabados sobre la vereda, justo en la esquina de Leandro Alem y Sarmiento, todos los nombres. Desde Isaac Alvaro Mosquera, el único asesinado en democracia (el 2 de noviembre de 1973) hasta el último, Próspero Mario Gómez, desaparecido en 1978.

La Empresa Nacional de Correos y Telégrafos (Encotel) fue creada en 1972. En sus distintas sedes de todo el país se desempeñaban José Rafael Alvarez, Juan Carlos Barrera, Carlos Alberto Benvenuto, Raúl Orlando Brigante, César Canay Gamboa, Luis Arturo Franzen, Tránsito Giménez, Próspero Mario Gómez, Rodolfo González, Oscar Eduardo López, Isaac Alvaro Mosquera, Juvencio Palavecino, Oscar Alberto Rizzo. José Manuel Rodríguez, Enrique Rolón, Jorge Luis Salinas, Martín Guillermo Sosa y Héctor Juan Toubes. Todos eran militantes populares.

Angela, una joven profesora de Educación Física, es la hija de Juan Carlos Barrera. Transmite una energía inusitada en todo lo que hace. Junto a otros familiares y agrupaciones político-sociales, se puso la organización del acto al hombro y fue una de las oradoras. Los restos de su papá fueron identificados por el Equipo Argentino de Antropología Forense en el cementerio de Moreno en 2009. Barrera había desaparecido el 7 de abril de 1976. Era delegado en el Correo Central y se constató que lo asesinaron dos días después de su secuestro. Hoy sus restos descansan en el cementerio de Flores. También hablaron Tania, la hija de Jorge Luis Salinas y David, el hijo de Juan Toubes.