DEPORTES
Pasajeros de una pesadilla, Boca llega a Japón con una gran demora
En Los Angeles, el avión que llevaba al plantel tuvo un desperfecto y la delegación quedó varada, echando a perder el plan para acostumbrarse al horario japonés. El equipo siguió vuelo seis horas más tarde vía Singapur, una escala no prevista.
El viaje de Boca a Japón sufrió ayer un importante contratiempo: la delegación quedó varada durante más de cinco horas en el aeropuerto de Los Angeles, lo que inevitablemente alterará los planes del entrenador Carlos Bianchi con respecto a los trabajos previos al encuentro ante el Milan por la Copa Intercontinental. La demora se produjo debido a un desperfecto técnico del avión de la empresa brasileña Varig que los transportaba rumbo a Tokio. Finalmente, los integrantes del equipo boquense debieron abordar una aeronave de Singapur, que los dejará en la capital japonesa casi medio día más tarde de lo previsto.
Un clima de preocupación y fastidio se instaló entre los integrantes de la delegación argentina una vez recibida la mala noticia que tomó a todos por sorpresa. No faltaron los que recordaron el pedido de Bianchi a los dirigentes para emprender la travesía con una antelación mayor (el entrenador quería viajar a mediados de la semana pasada), así como tampoco los jugadores que compararon su suerte con la de los jugadores del Milan (al menos siete de ellos ya arribaron a Tokio).
El avión partió el lunes desde Buenos Aires y se reabasteció en San Pablo; desde Los Angeles, donde debía realizar la última escala del viaje, los dirigentes comenzaron distintas tratativas con representantes de la firma brasileña hasta que, finalmente, se consiguió que parte de la delegación abordara un avión de la compañía Singapur Airlines, que arribará al aeropuerto de Narita aproximadamente a las 18 de hoy en Japón (a las 6 de la mañana en la Argentina), previa escala en Singapur. Otra parte volaba vía Corea del Sur.
La desesperación por la demora fue tal que mientras se encontraba una solución y se barajaba tener que pasar la noche en Los Angeles, el secretario técnico de Boca, José Cirillo, se comunicó con las autoridades de la Confederación Sudamericana de Fútbol para gestionar la postergación por un día del partido. “La demora genera mucho fastidio y no estaría nada mal poder postergar el partido, al menos, un día, porque los del Milan ya están en Japón”, admitió el defensor Clemente Rodríguez.
Durante la larga espera en Los Angeles, los jugadores, quienes no pudieron cumplir con el programa previsto de acomodarse al horario japonés desde el mismo momento de la partida, lo que podría traerles problemas con el sueño y la alimentación, aprovecharon para comunicarse con sus familiares para arreglar algunos de los desencuentros que se provocaron con el cambio de ruta. Diego Cagna había acordado con sus familiares encontrarse en Los Angeles y abordar el mismo avión de Varig, pero debió hacer gestiones para encontrarles otro vuelo.
Una vez en Narita, la delegación boquense se dirigirá hacia el hotel Sheraton Bay, donde quedará alojada; en un principio se había previsto una salida por los alrededores del hotel, aunque debido a la hora de arribo es muy probable que los jugadores se dirijan directamente a sus habitaciones. El primer entrenamiento quedará entonces recién para mañana.
A Narita llegaron, sin contratiempos, siete jugadores del Milan, probables integrantes del equipo titular que jugará el domingo. La minidelegación, integrada por Paolo Maldini, Andrea Pirlo, Genaro Gattuso, Giuseppe Pancaro, Alessandro Nesta, Shevchenko y Cafú, y por el preparador físico Daniele Tognaccini y el ayudante Mauro Tassotti, fue recibida con honores por un centenar de hinchas japoneses. El resto del equipo, que ayer perdió por la Champions League (ver aparte) llegará hoy a Japón al mando de su entrenador, Carlo Ancelotti.