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San Lorenzo anoche llegó –poco, pero llegó– en el Nuevo Gasómetro hasta el excelente Juan Carlos Olave, pero la única vez que convirtió le anularon el gol por un error compartido entre Oscar Sequeira y un asistente. Esa jugada clave se dio a los 44 minutos del primer tiempo porque Aldo Paredes desbordó por la izquierda y mandó un centro, la pelota se desvió en un jugador de Belgrano, Olave intentó evitar el corner pero por única vez falló, perdió la pelota y Alberto Acosta –que estaba al acecho– anotó. Mal asesorado por uno de sus colaboradores, Sequeira anuló la conquista y cobró tiro de esquina a pesar de que la pelota no había salido. Así, San Lorenzo quedó con 11 puntos junto a Gimnasia –juega mañana con Independiente– y a cinco de River, mientras el maltratado Belgrano, que venía de tres derrotas, sumó un puntito y se fue feliz bajo la lluvia incluso con el argumento de la injusticia, porque en la penúltima jugada Morel le cometió un penal a Mugnaini que Sequeira no vio.
Al principio los cordobeses sorprendieron con alguna proyección del colombiano Fram Pacheco por el sector derecho, pero eso duró poco. El local tuvo un cuarto de hora interesante a partir de los 15 minutos, cuando Pusineri se impuso por la derecha y Erviti por la izquierda, y así quedó disimulada la falta de conducción que sufre el equipo desde que falta Romagnoli. Acosta seguía insistiendo en la zona de definición pero no se le dio: asistió a Filomeno y sacó Olave y en otra, solo, tiró afuera. Y cuando lo hizo, se lo anularon.
Olave ya era figura en la primera etapa, pero en la segunda lo suyo fue perfecto. La más clara del Ciclón fue un pase atrás de Pusineri que Filomeno remató abajo y sacó, notable, el arquero cordobés. San Lorenzo luchó cada vez con menos ideas y Belgrano especuló todo lo que pudo. Al final, cuando el partido era horrible y diluviaba, casi se le da con ese penal que Sequeira ignoró.