Será clave esta semana en la AFA por varias razones. Se espera el regreso del presidente Luis Segura desde EE.UU. para que firme la apelación contra la suspensión de las elecciones que decidió la Inspección General de Justicia (IGJ). Si no lo hace, lo hará por él Hugo Moyano, quien ya tiene un amparo preparado para presentar en la Justicia. Pero otras cosas pueden pasar. Que renuncie Segura, que asuma Claudio “Chiqui” Tapia la presidencia si los dirigentes partidarios de la Súper Liga abandonan en masa la asociación y que éste convoque a nuevos comicios y se realicen en una fecha distinta al 30 de junio. La reunión extraordinaria que el miércoles realizará el Comité Ejecutivo puede ser decisiva para definir algunas de estas cuestiones o profundizar más la grieta. Mientras tanto, los veedores-interventores siguen mirando con lupa las cuentas. Son cinco y todavía falta que lleguen los observadores de la FIFA y la Conmebol.

Una apelación muy dura contra la IGJ espera por la firma de Segura. Si eso no sucede, Moyano tiene listo un amparo. La conducta temerosa y fluctuante que tuvo el presidente de la AFA hasta el momento hace dudar de su compromiso para ir contra la resolución que suspendió las elecciones. La semana pasada había desautorizado al secretario ejecutivo de la presidencia, el abogado Damián Dupiellet, por la difusión de un comunicado en el que se ignoraba la medida de la IGJ. También había desmentido que se enviaría una nota denunciando la intervención a la FIFA y la Conmebol. Estos titubeos pusieron en duda la voluntad del presidente para confrontar con la posición del gobierno nacional. A fines de este mes iba a volver a su casa. Quizá pretenda retirarse sin hacer más olas.

La AFA tiene plazo para presentar la apelación ante la IGJ hasta quince días después de que le fuera notificada la resolución que suspendió las elecciones. La Inspección dispone a su vez de cinco días para elevarla a la Cámara Civil una vez recibida. A continuación se debería sortear la Sala que analizará el recurso, que asimismo le tiene que correr traslado a la Inspección para que responda sobre la apelación. Si la Cámara le diera la razón a la AFA, todos estos pasos ya no permitirían realizar los comicios como estaban previstos el 30 de junio.

La asociación que todavía preside Segura definió como una intervención a lo que hizo la IGJ. Para ello basó la apelación en las opiniones de dos veedores designados por la jueza María Servini de Cubría en la causa penal que se sigue contra el Estado y la AFA por el Fútbol para Todos. Daniel Piotti, el ex juez federal, comentó en un programa radial: “La figura del veedor no existe en el Código, existe la del interventor que puede ser informante o recaudador, pero se utilizó en su momento esta denominación porque en aquel entonces, de acuerdo con la reglamentación que tienen la FIFA, las confederaciones y las asociaciones, una intervención judicial puede, todavía puede, traer acarreada la desafiliación”.

Asimismo, la contadora Alicia López designada también por la misma jueza, dijo en una entrevista que le hizo Radio El Mundo: “Lo que sé es que se suspendieron las elecciones y la veeduría estaría por noventa días, pero no encuentro en la Carta Orgánica de la IGJ cómo puede ser que actúe directamente y no a través del Ministerio de Justicia”. Muy explícita, la profesional agregó que “nosotros somos veedores y estamos en la parte técnica, pero todo lo que está pasando, todos los dimes y diretes tienen que ver con la política. Cuando me enteré de que la IGJ había nombrado a dos veedores fui a su Carta Orgánica y me di cuenta de que no puede nombrar dos veedores. Tiene que pedirle al ministro de Justicia que lo haga. Creo que la IGJ puede apelar esta medida”.

Los veedores que nombró la Inspección y que se sumaron a Piotti, López y Horacio Della Rocca designados por Servini de Cubría son el abogado Luis Tozzo y la contadora Catalina Dembitzky.

Si Segura renunciara y lo acompañara en su decisión el vicepresidente 1° de la AFA, Rodolfo D’Onofrio, el que sigue en el orden jerárquico de autoridades es Tapia. No se sabe si los representantes de los clubes grandes contemplaron esa posibilidad cuando amenazaron con irse de la AFA si no se aprobaba la Súper Liga antes del 30 de junio. Parece insólito, pero podría pasar. En ese caso, el presidente de Barracas Central quedaría en condiciones de asumir el máximo cargo y debería convocar a elecciones antes de los sesenta días.

La AFA no quedaría acéfala en ninguna circunstancia porque hay suplentes por cada lugar en el Comité Ejecutivo. Si renunciara D’Onofrio, por ejemplo, subiría automáticamente Matías Patanian, su vice en River. También podría suceder que los dirigentes de los clubes más poderosos renuncien a sus cargos en el Comité, pero conserven su lugar en la AFA. Sobre este tema, Alejandro Korz, vicepresidente de Atlanta y crítico del grupo que quiere imponer la Super Liga y juega políticamente con el gobierno nacional, comentó: “Es lamentable que miembros de la conducción de la AFA estén renunciando a menos de un mes de la elección”.

La motivación política que oculta la resolución que tomó la IGJ y que suspendió los comicios quedó en evidencia confrontada con una anterior. Porque el 23 de febrero de este año, en una decisión totalmente opuesta, avaló el pedido de la AFA para postergar las elecciones hasta el 30 de junio y no las objetó. El artículo 1° del escrito que firmó en aquella fecha la máxima autoridad de la IGJ, Sergio Brodsky, decía: “Hágase lugar a la solicitud efectuada por la Asociación del Fútbol Argentino dejando sin efecto el plazo oportunamente fijado (…) teniéndose por válida la convocatoria efectuada por reunión del Comité Ejecutivo del 12 de enero de 2016 a la asamblea extraordinaria del 30 de junio del corriente”. Telón rápido.

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