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El presidente de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), Julio Grondona, respaldó ayer la decisión del ministro de Seguridad bonaerense, Raúl Rivara, de suspender el partido entre Chacarita y Boca, y señaló que “es mejor actuar de manera prudente que tener que lamentar desgracias”. El máximo dirigente futbolístico consideró en declaraciones radiales que, en materia de seguridad, “se está trabajando muy bien, a nivel nacional y provincial” y destacó que le costó “25 años no tener la tranquilidad que tengo hoy”. Una posibilidad que se baraja es que el encuentro se dispute el próximo miércoles, por la tarde, en el estadio de Vélez.
En relación con las versiones que indicaban que la suspensión del encuentro se debió a que el Ministerio de Seguridad tenía informes sobre posibles “emboscadas”, entre ambas hinchadas, Grondona indicó que “si se trató de tareas de inteligencia, quizá no lo pueden decir ya porque sino no sería inteligencia, por eso es mejor esperar para ver de qué se trató”.
Al mismo tiempo, Rivara opinó ayer que el único estadio en que se podría jugar el partido entre Chacarita y Boca “es el de Vélez”, y confirmó que la decisión se debió “a tareas de inteligencia”, aunque descartó que la razón fundamental fuera la posible concreción de emboscadas entre ambas hinchadas.
Por su parte, el directivo de Chacarita Andrés Ravinovich denunció ayer ante la Justicia al ministro de Seguridad de la provincia, por el presunto delito de “encubrimiento”. El dirigente opinó que “si el ministro estaba en conocimiento de esos posibles hechos (emboscadas entre las dos hinchadas), lo que tendría que haber hecho es sentarse con un fiscal y hacer la correspondiente denuncia penal, y no suspender el partido. Eso es lo que le reprocho y lo que le debe reprochar toda la sociedad”.
A su vez, el vicepresidente de Chacarita, Armando Capriotti, señaló que “no hay razones valederas” para suspender el partido que se debía jugar con Boca, el próximo domingo. Y fue más allá: “Nos quieren sacar a toda costa de San Martín. Chacarita no mató nunca a nadie y, sin embargo, los clubes grandes tienen varios muertos sobre sus espaldas”.