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La suspensión del partido Chacarita-Boca sigue levantando opiniones, aunque todavía no hay ninguna certeza que indique cuándo ni dónde se jugará el partido. Una alternativa extraoficial que se baraja es el miércoles a la tarde, pero el escenario es una incógnita. En tanto, el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, avaló ayer la decisión de postergar el encuentro porque “lo primero que hay que garantizar es la seguridad de la gente”. Mientras tanto, el presidente de la AFA, Julio Grondona, señaló que mañana habrá nuevas reuniones para decidir la fecha del encuentro.
En declaraciones a radio Mitre, Fernández apoyó la resolución del ministro de Seguridad bonaerense, Raúl Rivara, que ordenó la suspensión, y también se mostró de acuerdo con lo dispuesto por Javier Castrilli, titular del Programa de Seguridad en los Estadios Futbolísticos (Prosef), quien junto con la Policía Federal adelantó que no aceptarán el cambio de jurisdicción de ese encuentro para que se juegue en Vélez. El estadio de Liniers era la alternativa que se barajaba para el próximo miércoles, pero ante esta situación esa chance pierde fuerza. Como alejado de las polémicas, Grondona se mostró muy tranquilo y adelantó que las reuniones seguirán mañana para llegar a un acuerdo. “No se puede perder todo lo que se hizo hasta ahora en materia de seguridad. En mis 25 años de gestión, es la primera vez que estoy tranquilo en el tema de la violencia”, señaló Grondona.