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Independiente sufrió su primera derrota en la edición 2004 de la Copa Libertadores al perder con El Nacional de Quito, y de esa manera no pudo asegurar su clasificación a la segunda fase. El equipo argentino mantiene el segundo lugar en el Grupo 5 de la Copa, con 7 puntos, detrás de Nacional de Montevideo (con 8), pero ahora El Nacional tiene 4 unidades y cierra Cienciano con 3.
Cauteloso a causa de la altura (2830 metros sobre el nivel del mar) para no quedarse sin piernas en el momento menos oportuno, Independiente se vio superado en los primeros minutos porque los volantes rivales superaban en velocidad a la línea media que había plantado Pastoriza, y ese predominio inicial tuvo su expresión más genuina cuando Navarro Montoya debió estirarse para sacar un tiro de emboquillada.
Para el cuarto de hora, el equipo de Avellaneda había encontrado la dinámica precisa para emparejar el partido y quitarle el protagonismo a un conjunto que querían sacar ventaja de su adaptación física. Asustó Giménez con un bombazo de media distancia que Corozo logró conjurar con una estirada, y se lo perdió increíblemente el uruguayo Sebastián García cuando no pudo aprovechar el mano a mano que dispuso.
El Nacional quería aprovechar los lanzamientos largos, pero encontró siempre despierto a Navarro Montoya, e Independiente respondía cuando podía, especialmente en los pies de Giménez, que probaba desde afuera del área.
En el segundo período, el equipo argentino comenzó a sentir la falta de aire en la altura y a jugar con un ojo en el reloj, porque el punto de visitante no dejaba de ser mal negocio, aunque la sensación que prevalecía era la de que un ataque bien conjugado podía ser suficiente para que el equipo de Pastoriza se trajera los tres puntos.
Estaban en ese regateo cuando Borja pegó un tiro en el palo y luego Asencio se metió entre cuatro hombres de Independiente, fabricó una jugada sensacional y cedió a Borja, que de cachetada superó a Navarro Montoya.