DEPORTES
Chacón perdió su chance en una pelea muy ajustada
El mendocino cumplió una muy buena actuación, pero no le alcanzó para superar en Hungría al local Nagy, que se llevó la victoria por puntos. Ahora el futuro del argentino es complicado.
Por Daniel Guiñazú
Dejó todo Pablo Chacón. Y ni siquiera su corazón puesto sobre el ring del Salón de los Deportes de la Universidad de Gyor, en Hungría, le evitó una derrota por puntos ante el local Janos Nagy. Ahora su futuro quedó complicado. Una victoria lo hubiera instalado en la antesala de una pelea por el título superpluma de la Organización Mundial ante el ganador de Mike Anchondo-Jorge Rodrigo Barrios, quienes se enfrentarán en Los Angeles el próximo 5 de marzo, y hasta lo hubiera ubicado bien de cara a una chance por la corona de la Asociación. Como Chacón perdió en un combate de trámite parejo, quizás se hayan terminado para él los días de las peleas grandes en lo más alto del boxeo internacional.
Se sabe que ganar por puntos como visitante es casi imposible. Y lo que sucedió ayer lejos estuvo de ser una excepción a esa regla no escrita que parece respetarse a rajatabla. No puede hablarse de que a Chacón lo robaron. Las diferencias no fueron tan amplias e incuestionables como para afirmar que en Hungría se perpetró un atraco, y, de última, tampoco está tan mal que Nagy haya terminado con los brazos en alto y haya conservado su invicto en 20 peleas. En todo caso, para despejar cualquier duda y volcar para su lado los números de los jurados, Chacón debió haber hecho antes lo que sólo hizo en los tres últimos asaltos: llevárselo por delante al húngaro y hacerle sentir el rigor de sus manos.
En esos nueve minutos que fueron del 10º al 12º round, Nagy (58,550 kg) sintió en sus piernas la profundidad y el vigor de los ganchos al hígado que Chacón (58,850 kg) le fue aplicando. Al comenzar el 10º, inclusive, el húngaro se fue al piso con una derecha en apertura que el mendocino le conectó en la cabeza sin recibir cuenta de parte del árbitro. Y en el 11º, una izquierda ascendente de Chacón le quebró las rodillas a Nagy y lo obligó a amarrar y a congelar. Pero fue la única vez que Chacón pudo mostrarse superior a su adversario. En las nueve vueltas anteriores, todo fue más o menos equilibrado y en los rounds, 5º, 6º, 8º y 9º, Nagy estuvo más fuerte y áspero que Chacón, a quien llevó sobre los cuerdas e impactó con poderosas izquierdas ascendentes.
De nada vale criticarle ahora a Chacón lo de siempre: su tendencia a irse en aprontes y a lanzar menos manos que las que se necesitan para ganar en lo más alto del boxeo internacional. El mendocino llegó a campeón mundial pluma OMB y a aspirante al cetro superpluma interpretando el pugilismo de esta manera y resulta ingenuo suponer que, a los 29 años, puede cambiar su manera de pelear. Ayer estuvo mucho más activo que otras veces, dio batalla hasta lo último y terminó entregando una mejor imagen que Nagy. Pero ni siquiera eso le alcanzó. Perdió por tercera vez en el año y por séptima en su carrera, una señal más que clara, de que quizás, sus mejores tiempos en el boxeo ya hayan pasado de largo.