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Gastón Gaudio vuelve a ser, desde hoy, el mejor tenista de la Argentina, pero sus sueños secretos de transformarse, alguna vez, en el número uno del mundo parecen desvanecerse junto con los de David Nalbandian y Guillermo Coria, las otras raquetas nacionales que se mantienen en el topten del deporte mundial. Es que ahora el debate cambió: ya no se pregunta quién va a derribar a Roger Federer del tope del ranking, sino cuánto durará su reinado o, inclusive, si no está destinado a convertirse en el más extraordinario jugador de tenis de toda la historia.
Luego de su actuación en el Masters Series de Key Biscayne, en el que cayó eliminado en octavos de final por el norteamericano André Agassi, Gaudio trepó dos puestos en el ranking, pasando del octavo al sexto lugar, aprovechando la caída de Coria, que en el 2004 jugó la final del torneo pero que la semana pasada perdió en tercera ronda con Taylor Dent, cayendo cuatro escalones en el ranking, del quinto al noveno lugar, caída que fue aprovechada, inclusive, por Nalbandian, que así subió un puesto (del noveno al octavo).
Pero en el entorno del campeón de Roland Garros ya se habla de Federer como de uno de los grandes, consolidando un reinado similar al que en su momento ejercieron jugadores como Ivan Lendl o Pete Sampras. El suizo ha ganado 18 finales consecutivas desde noviembre de 2003, y ahora se ha fijado como meta hacerse fuerte en los torneos de polvo de ladrillo, especialmente en Roland Garros, el único Grand Slam que no ha ganado aún.
Su superioridad es tan grande esta temporada que, a ocho meses del Masters, el torneo que enfrenta a los ocho mejores tenistas de la temporada, el suizo está prácticamente clasificado. En efecto, ya suma 450 puntos en la Carrera de Campeones, casi duplicando al segundo, Lleyton Hewitt; en el 2004, Guillermo Coria entró al Masters, como último clasificado, sumando 480 puntos.
La indudable ventaja expresada en los courts se refleja en los números de la ATP: con 6515 puntos, le lleva más de 2000 de ventaja a Hewitt; los rankings sumados de Gaudio, Nalbandian y Coria no alcanzan al que acumula el suizo. Aquel sueño que Coria puso en palabras en el 2004, ése de ser a mediano plazo el dueño del número 1 parece, ya, imposible.
Para colmo, la temporada de torneos de polvo de ladrillo, que se inició ayer en Valencia, que continúa la semana próxima en Montecarlo y que luego pasará por Barcelona o Roma para alcanzar su máxima expresión en el Abierto francés, no favorecerá tanto a los tenistas argentinos como podría suponerse, porque ellos están obligados a repetir sus buenas actuaciones de la temporada anterior sólo para mantenerse entre los top-ten.
Además, otros jugadores en alza, como el juvenil Rafael Nadal, también entran en la probablemente infructuosa carrera por apoderarse del tope del ranking. Nadal trepó catorce puestos (del 31º al 17º) y algunos especialistas creen ver en el español, a punto de cumplir 19 años, una chance a futuro para derrocar a Federer.