DEPORTES
Desábato asegura que a Grafite no le dijo “negro” sino “cagón”
El defensor de Quilmes señaló que no tiene nada de qué arrepentirse. “Para eso tendría que haber hecho algo malo, nunca dije nada.”
“En ningún momento pronuncié las palabras negro o negrito.” El defensor de Quilmes Leandro Desábato dio su versión sobre el incidente que protagonizó la semana pasada en Brasil y que le valió casi dos días de arresto, tras el partido que su equipo disputó con San Pablo por la Copa Libertadores. Con el rostro adusto y afligido durante una entrevista que concedió a la red televisiva brasileña O Globo, el zaguero aseguró que fue “tratado como un delincuente” por la policía local y que lloró “muchísimo” durante su detención.
“Unicamente le di una respuesta al señor Grafite. El había hecho una declaración antes del partido, que si marcaba un gol enviaría una banana a los defensores de Quilmes. Entonces yo le dije que era un cagón y que se metiera la banana en el culo”, reseñó Desábato en una entrevista que fue difundida el domingo por la noche en el programa Fantástico de la cadena brasileña. El día posterior al incidente, Grafite había declarado, a través de su agente de prensa, que Desábato lo había calificado de “negro de mierda”, “hijo de puta” y “macaquito”.
A su vez, el jugador se quejó por las duras condiciones de detención que debió soportar en la alcaldía de la ciudad de San Pablo. “Lloré mucho pensando en mi familia. Yo estaba siendo tratado como delincuente, esposado, cuando nunca le robé a nadie. Me quedé triste, solo, cerraron la puerta y no había dónde sentarme. No había ni un colchón, nada donde poder descansar”, relató el futbolista, que el domingo no jugó con su equipo contra River porque tenía una fecha de suspensión, y retornará hoy a los entrenamientos junto a sus compañeros.
Desábato remarcó en la entrevista que no tiene nada de qué arrepentirse, ya que “en ningún momento” formuló consideraciones racistas hacia Grafite o hacia otro jugador de San Pablo. “Para estar arrepentido tendría que haber hecho algo malo, pero nunca dije nada, de modo que no puedo sentir remordimiento”, dijo el defensor.
A raíz de los supuestos insultos racistas a Grafite, que ayer fue convocado por el entrenador de la selección de Brasil, Carlos Alberto Parreira, para un amistoso con Guatemala, Desábato permaneció detenido durante casi 40 horas en San Pablo y recién pudo retornar a la Argentina el viernes por la noche, dos días después del encuentro que su equipo perdiera por 3-1. Ahora, el jugador deberá responder en Brasil a un proceso por injurias, un delito castigado por el Código Penal brasileño con penas de multa y de entre uno a tres años de cárcel.
Antes de abandonar la capital paulista, Desábato firmó un documento en el que se compromete a presentarse ante la Justicia del estado de San Pablo, siempre que sea convocado a declarar sobre el proceso. No obstante, en declaraciones que publica ayer el diario Folha de Sao Paulo, varios juristas brasileños estimaron que las autoridades del país no tienen poderes para obligar a Desábato a retornar a Brasil, si éste no desea hacerlo. “No hay medida jurídica que obligue al jugador a comparecer a los actos del proceso ni para hacer que el gobierno argentino lo obligue a hacerlo. La posibilidad de extradición es virtualmente inexistente”, afirmó el abogado Alberto do Amaral Junior, profesor de Derecho internacional de la Universidad de San Pablo.
Pero el vicepresidente de Quilmes, Julio García, afirmó que el jugador cumplirá el compromiso firmado el viernes ante la Justicia. “Es claro que Desábato volverá a Brasil, y yo lo acompañaré cuando sea llamado”, aseveró el dirigente.