DEPORTES › BOCA Y RIVER ENCABEZAN UNA PROPUESTA PARA AFRONTAR EL 2002

Cómo salir a jugar el fútbol devaluado

Los clubes quieren dejar de comprar, promover juveniles, bajar sueldos y pesificarlos, además de renegociar el acuerdo con Agremiados sin dejar de agitar el fantasma del lockout. La AFA quiere que devuelvan lo que les prestó.

 Por Pablo Vignone

Mientras los diputados discuten en el Parlamento la ley ómnibus y centran su debate en la devaluación, el fútbol argentino ya consensuó su realidad devaluada, entre quejas, tímidos intentos de acuerdo y evidente desorientación. Deudas en dólares e ingresos en pesos pintan el oscuro panorama: las diferencias abrumadoras entre los ingresos y los egresos se profundizarán con el ajuste del tipo de cambio, efectos que arrasarán con el color popular de la actividad. La Selección Nacional podrá lograr recursos genuinos en el exterior jugando el Mundial –el título significará unos 7 millones de dólares sólo en premios– pero en el ámbito local el pronóstico es funesto.
En la primera reunión del año del Comité Ejecutivo de la AFA, Boca y River propondrán la prohibición de comprar jugadores por dos años, para sanear la economía de los clubes. El vicepresidente de Boca, Pedro Pompilio, estimó ayer que la situación actual obliga a que “durante dos años se saneen las economías de los clubes para después arrancar de nuevo intentando hacer un fútbol fuerte, porque hoy está debilitado”. El dirigente de Boca, “(el presidente de River, José María) Aguilar tiene las mismas inquietudes y vamos a tratar de demostrar a todo el mundo que si no tomamos ese camino, vamos a terminar todos muy mal”.
En su banca de la Cámara de Diputados, el legislador Antonio Ubaldo Rattín se mostraba ayer mudo. Ni siquiera abogó por su antigua divisa, Boca, uno de los dos grandes del fútbol argentino que se acaba de quedar sin sponsor. La cervecera Quilmes, que les pagaba a Boca y River algo menos de 6,5 millones de dólares anuales, le ofreció a Boca 1,7 millón de pesos para el ejercicio 2002. El acuerdo no se cerró.
El secretario de River, Mario Israel, había advertido que para el club de Núñez “el libro de pases está cerrado hace rato. Sólo se pueden traer jugadores a préstamo”. Ese es el principio que regula las tratativas para traer a Juan Esnaider, el delantero del Porto que no es tenido en cuenta en ese club, pero cuyo pase pertenece a la Juventus. Esa incorporación forma parte de la filosofía del proyecto Boca-River, que cierra la canilla, apunta a promocionar juveniles (que cobran menos que los profesionales o directamente no cobran sueldo) y abre una puertecita a esas contrataciones devaluadas, sin demasiadas pretensiones económicas.
Norberto Alvarez, titular del Consejo de Fútbol del club, señaló que el organismo “se sentará a dialogar con el plantel para bajar las primas estipuladas” a las que consideró “impagables”. En River, los contratos y salarios se fijaron y pagaron en pesos, pero los montos siguen siendo elevados. Con los topes salariales que se pretenden instaurar –el presidente Aguilar sueña con un techo de 300 mil pesos, y en pesos o bonos, pero no más en divisas– la idea generalizada de los jugadores es emigrar. A los clubes les convendría también venderlos, y en dólares, pero la ola compradora está planchada (ver recuadro).
El presidente de San Lorenzo, Alberto Guil, apoyó la idea de Boca y River. “No podemos firmar cualquier cosa y después que Dios nos ayude. Tenemos que ser serios. Si tenemos 10 hay que gastar 10 o menos. Si seguimos como hasta ahora estamos sonados” opinó. Guil admitió ayer que se vio obligado a ceder definitivamente a Bernardo Romeo al Hamburgo a causa de la crisis, aun quedándose sin el jugador para afrontar la segunda final de la Mercosur, ante el Flamengo, el jueves 24, cuya conquista le representaría un fuerte ingreso en dólares.
“Los números son tan duros que no teníamos otra chance de venderlo -explicó–. Si nos encaprichábamos se iba a caer el pase. Aunque la plata nos pareció exigua, nos servirá de mucho para este momento que vive San Lorenzo”, aclaró el dirigente. Romeo ganará en Alemania 1,5 millones anuales. “Teníamos la idea de incorporar a un jugador, pero viendo las finanzas del club y la realidad del país, preferimos pagarles a los que están y ponernos al día.” El viernes, el vicepresidente de San Lorenzo, Rafael Savino, dijo que el club estaba “fundido”. En Independiente también apoyan la propuesta. “Apostamos a producir jugadores que se puedan vender y con eso empezar a sanear la economía, muy lentamente –señaló el secretario de Independiente, Andrés Ducatenzeiler-. Es lo que vemos que está por hacer River, lo que hace Boca. Independiente no lo hizo porque en su momento traía jugadores como Scoponi o Víctor López, que no tenían poder de reventa. Esperamos tener nuestros frutos, porque es la única manera de tener recursos”.
Clubes y AFA pobres
En los ‘80 el debate futbolístico se centraba en discutir la situación de una AFA rica con clubes pobres. Pero es obvio que, hoy, la entidad madre del fútbol argentino no puede exhibir esa opulencia, aunque los balances sean positivos: les ha prestado cien millones de pesos a los clubes de Primera y el ascenso, y espera que se los devuelvan.
“La AFA siempre ha cumplido una función con todos los clubes, en momentos de emergencia era el FMI del fútbol –dijo Pompilio–. Lamentablemente, la AFA ha sido muy buena con el fútbol pero el fútbol no ha devuelto nada y la AFA no puede estar en esa situación.”
La casa de la calle Viamonte se juega los porotos en el Mundial, no sólo por la posibilidad de cobrar en divisas el resultado final alcanzado en la cancha, sino también por los contratos que tiene cerrados con seis sponsors.
Sin embargo, no sería extraño ver a Julio Grondona, como a los funcionarios del Banco Central, sentarse sobre las reservas. Desde la AFA aseguran que no habrá más préstamos. Las deudas de los clubes, en dólares, podrían ser pesificadas, pero el problema siguen siendo los recursos, que pintan flacos.
En el Apertura 2001, Racing recaudó más de tres millones de pesos, a favor de una campaña única en 35 años. Pero Boca tuvo partidos de 20 o 30 mil pesos como local, y lo mismo River. Ni hablar de los demás equipos: muchos partidos recaudaron menos de 10 mil pesos. Sin hablar de ingresos especiales, como el merchandising, la venta de abonos, o la sponsorización: cuatro clubes (Vélez, Independiente, Central, Colón) terminaron el Apertura con la camiseta limpita, limpita...
La televisión, que durante muchos años fue vista como la panacea de todos los males, tampoco puede ser tomada como una receta seria para achicar los déficit: basta recordar que el 2001 vio alumbrar la idea del quinto partido codificado –lo que significó, lisa y llanamente, medio campeonato televisado– pero la recesión generalizada no hizo aumentar, sino más bien descender, la cantidad de abonados. ¿Quién querría pagar más por el fútbol?
Para los dirigentes del fútbol ya no es operativo siquiera el acuerdo firmado en mayo con Agremiados, con el que se liquidaban las deudas de los clubes con los jugadores. “Es hora de que todas las instituciones del fútbol argentino revean ese acuerdo que se hizo con Agremiados. Es absolutamente imposible de pagar”, opinó el viernes Ducatenzeiler. Agremiados mantiene la cautela: se sabe con menos margen de negociación en la medida en que se pueden achicar sensiblemente las fuentes de trabajo. Si los clubes declaran el default, le habrá arrebatado al gremio su más preciada herramienta de presión: la huelga.
Pelota inmóvil
La posibilidad de que los torneos 2001 no arranquen ya fue anticipada en estas páginas, hace dos semanas, por Julio Grondona. Ahora son los dirigentes de los clubes los que levantan esa bandera. “Si es por Independiente, hoy el fútbol no empieza –dijo el viernes Ducatenzeiler–. Soy pesimista, más allá del esfuerzo extraordinario de dirigentes y jugadores. Hoy no se puede pagar la policía para un partido. Si un domingoa la mañana le tengo que depositar 25 mil pesos a la policía, ¿de dónde los saco?” Según Pompilio, “ojalá arranque, porque sería lo mejor para todos, pero debemos sincerar el fútbol –advirtió– porque si no vamos a llegar a un embudo que va a llevar a la destrucción definitiva”.
Esta crisis del fútbol devaluado antes de la devaluación tiene derivaciones insospechadas. Los clubes del fútbol uruguayo comenzaron a reducir sus presupuestos y modificar sus economías internas preocupados por la crisis de la Argentina. “Pretendemos enviar un mensaje a los empresarios deportivos y sus representados, tanto técnicos como jugadores, de que las cosas no pueden seguir como hasta ahora en el plano de salarios”, afirmó hoy Fernando Nodar, presidente de Danubio, campeón del Apertura 2001.

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Canchas vacías, el panorama que se agudizará este año, restringiendo los recursos de los clubes.
 
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