VERANO DEL 45

Por Raúl Dellatorre

| Duhalde mandó al Congreso la ley de Emergencia que termina con la Convertibilidad. Lo autoriza a devaluar y manejar la política cambiaria por dos años y abre una dura negociación con bancos y privatizadas. Para empezar, se pesifican las tarifas y se prohíbe su indexación con el dólar

Economía › EL GOBIERNO LANZO EL PROYECTO PARA PESIFICAR DEUDAS Y TARIFAS

Las tarjetas en pesos

Por Raúl Dellatorre

Los saldos de los plásticos de crédito y débito se pagan en pesos

El país › LOBBIES E INDECISIONES POSTERGARON EL TRATAMIENTO DE LA LEY

Un tropezón en Diputados

Por Felipe Yapur

La pelea empezó en el Congreso. El Ejecutivo no consiguió vencer anoche las resistencias de los Diputados que recién tratarán hoy la ley

Economía › PANORAMA ECONOMICO

La carta setentista,

Por Julio Nudler

Se superó la anarquía, pero comenzó la guerra sorda de las influencias. Tan pronto como el gobierno de Eduardo Duhalde movió la dama, intentando facturarle la crisis a la banca y las... [+]

El país › PANORAMA POLITICO

Suspensos

Por J.M. Pasquini Durán Un país distinto quiere alumbrar para sustituir al que ya no da para más. El cambio implica más, mucho más, que la ruptura de la convertibilidad y de los hábitos de... [+]

Contratapa

Perfidia y poesía

Por Osvaldo Bayer Comenzó la inmensa casualidad hace apenas tres semanas, en San Isidro. Se iniciaba un episodio que duraría tres días en el cual se regresaba a una realidad trágica que... [+]

PIRULO DE TAPA

Vacio

José María Díaz Bancalari no sólo es un diputado. También es miembro de la mesa de su bloque y connotado duhaldista. Tanto, que fue ministro de Gobierno durante el paso del actual Presidente por la Gobernación de Buenos Aires. De acuerdo a sus antecedentes, pasadas las diez de la noche buscaba a los periodistas legislativos para asegurarles que el trámite de la ley de Emergencia enviada por el Ejecutivo marchaba normalmente y que la sesión podría iniciarse a medianoche. Tuvo un solo problema: mientras miraba fijo a la cámara era posible ver que el Congreso ya estaba vacío. Todos los diputados habían huido hacía rato.