DEPORTES › LUCHO Y ROMAN, LOS MEJORES DE UN EQUIPO PAREJO
Uno por los goles, otro por el fútbol
Luciano Figueroa –autor de tres goles– y Juan Román Riquelme fueron los puntos más altos de un plantel argentino que redondeó una actuación compacta, convincente y casi sin fisuras. El delantero del Villareal, elegido por los organizadores como el jugador del partido, dio cátedra de oportunismo y, en sus tres apariciones dentro del área demostró su condición de goleador implacable. Por su parte, Riquelme se convirtió en el eje del seleccionado argentino, tiró paredes, habilitó a sus compañeros y tuvo la chance de convertir, al igual que en el debut ante Túnez, su segundo gol con un tiro desde el punto penal.
Otros valores importantes fueron Juan Pablo Sorin, Mario Santana y Lucas Bernardi. El capitán del seleccionado exhibió su habitual despliegue mientras que Santana y Bernardi se mostraron mucho más seguros y firmes respecto al encuentro con Túnez. El propio Santana, incluso, dio las habilitaciones que terminaron en el primer gol de Figueroa y en el penal sancionado contra Saviola. Bernardi, por su parte, estuvo más tranquilo que en el anterior encuentro y supo manejar con criterio la pelota. Otro que realizó un buen partido fue Javier Zanetti. Con sus habituales llegadas por el sector derecho preocupó al fondo australiano que, en un par de ocasiones, logró desviarle remates con destino de gol. Dentro de la ofensiva de la Selección, Javier Saviola fue quien exhibió un nivel más flojo. Si bien aportó sus tradicionales gambetas, estuvo inseguro y perdió un mano a mano por intentar convertir su propio gol.
En el aspecto defensivo, el nivel fue bueno aunque un par de distracciones permitieron el descuento del conjunto australiano que, por lo realizado a lo largo de todo el partido, fue demasiado premio a su propuesta ofensiva. En ese sentido, Fabricio Coloccini, Walter Samuel y Gabriel Heinze tuvieron una actuación pareja aunque en algunas ocasiones se excedieron en golpes innecesarios muy lejos del área grande. Coloccini fue el primero en abusar con el juego brusco en el círculo central cuando sólo se jugaban dos minutos del partido. Ocho minutos después, Samuel fue amonestado por imitar a su compañero de Deportivo La Coruña. Heinze, en tanto, mostró su habitual seguridad en el juego aéreo pero cometió un error fatal en el segundo gol de Australia, cuando intentó bajar con el pecho un centro cruzado para cederle la pelota a Germán Lux. Precisamente, el arquero, uno de los más cuestionados luego del debut ante Túnez, casi no tuvo trabajo y nada pudo hacer en los goles. Manoteó la pelota en el penal y, en el segundo tanto australiano, no pudo evitar la conquista de Aloisio ya que el pase de Heinze –con el pecho– lo descolocó por completo.
En el complemento, los cambios también sirvieron. Esteban Cambiasso ayudó en el medio y cumplió una aceptable actuación, a partir de su quite y su buena distribución de juego. Pablo Aimar intentó asociarse con Riquelme en un par de ocasiones y desequilibró con su gambeta. Gonzalo Rodríguez ingresó cerca del final y pudo rechazar los pelotazos que llegaban al área.