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El que la tira la saca
Por Diego Bonadeo
Días atrás jugaban en Francia, con transmisión de la señal ESPN para la Argentina, dos de los clubes –¿seguirán siendo “clubes”?– históricamente más tradicionales del rugby francés: Stade Français –con el puma Agustín Pichot como medio-scrum incluido– y Stade Toulousain.
En un scrum fijo, el árbitro llamó la atención de muchos por cobrar exactamente lo que hay que cobrar pero que no se cobra: free-kick por echar la pelota torcida a la formación el medio-scrum de Toulouse.
El reglamento del juego refiere con claridad las condiciones en que la pelota debe ser echada al scrum. Entre otras cosas debe hacerse en un solo movimiento y al medio del túnel que forman las dos primeras líneas.
Sin embargo la “tradición oral” (por llamarla de alguna manera), la misma que en fútbol ha hecho que, por ejemplo, no se cobre tiro libre indirecto en favor del equipo del jugador que quiere entrar en contacto con la pelota antes de que salga por un lateral o por el fondo, y un adversario no queriendo jugarla se interpone.
En el rugby, el absurdo “apotegma” –remedando a Perón– que hace que se diga “el que la tira la saca”, en relación con el caso de marras, no hace más que recordar que también para mal se juega como se vive o, referido a esta cuestión, “se cobra como se vive”. Si no se cumplen las leyes para la vida, mal se podrá pretender –salvo respecto del árbitro de Stade Français-Stade Toulousain– que se apliquen las reglas para el juego.