[cerrar]

Comparta esta nota con un amigo

E-Mail de su amigo
Su nombre
Su E-Mail

Boca debía ganar por más de tres goles para acceder a la final de la Copa de la Paz que disputó en Corea del Sur y no le alcanzó. Venció 3-1 al Sundowns de Sudáfrica, pero no se quedó con bronca ni desgranando lamentos. Más allá de la oportunidad perdida de disputar una final con el Lyon francés, para un premio de unos 2,4 millones de dólares, el entrenador boquense, Alfio Basile, lejos de quejarse, festejó el haber encontrado “la base” del equipo que afrontará el próximo torneo Apertura.
“No interesa no haber clasificado a la final, lo que importa es que armamos la base del equipo para cuando volvamos a Buenos Aires”, manifestó Basile tras la victoria, la primera alegría de su ciclo. “El equipo está con muchas ganas. Quieren jugar y esforzarse. Pero se sufre mucho el ritmo. Los viajes y los cambios de horarios hacen que sea imposible rendir físicamente a pleno, y aun así se ganó claramente”, apuntó el entrenador.
Pese a la victoria sobre el Sundowns, el conjunto boquense no pudo acceder a la final del certamen, ya que el Tottenham inglés, que igualó 1-1 ante la Real Sociedad español, finalizó como líder del Grupo B por mayor cantidad de goles a favor (6 contra 5). Sin embargo, Basile evaluó como positiva la participación de Boca en el octogonal asiático. “Hemos quedado muy conformes con lo realizado en estos tres partidos.” Además del triunfo ante el Sundowns, Boca empató 2-2 con Tottenham y sin goles ante Real Sociedad. “De a poco se va formando el equipo y la idea está empezando a tomar forma”, aseguró Basile.
No apeló Basile a la rotación anunciada; en la cancha frente a los sudafricanos estaba el equipo que imagina titular. Y lo mejor de Boca sucedió en el arranque del partido. Al cabo del primer cuarto de hora, Boca ganaba por 2-0 con goles de Cagna, de cabeza, y Palermo, que puso el moño a una linda jugada colectiva que incluyó toques de Ibarra –que ofreció seguridad y proyección por la derecha–, Insúa y centro de Guillermo para el goleador. Como en los tiempos de Carlos Bianchi, Boca lastimó primero.
En ventaja, el equipo argentino bajó el ritmo de juego y, a medida que el equipo que dirige Cappa levantaba el nivel, comenzaron a ponerse en evidencia algunas fallas defensivas que les permitieron a los sudafricanos acercarse con claridad y peligro al arco de Abbondanzieri, cada vez cada vez más preocupado por las facilidades que daban sus compañeros. Fallaba bastante la marca en el mediocampo y, varias veces, los marcadores centrales perdían sus posiciones por adelantarse cuando salían a cortar; también se perdía poder ofensivo cuando Bilos se retrasaba para ayudar a Morel Rodríguez.
Apenas había arrancado el complementario, Sundowns consiguió descontar por intermedio de Sapula, golazo que se metió en el ángulo, y entonces los de Basile se lanzaron en tromba para sumar los goles que necesitaban para acceder a la final; Tottenham y Real Sociedad empataban y se necesitaba ganar por diferencia de tres. Anotó el tercero Cardozo, que había ingresado por Insúa, con un buen remate desde afuera del área. Y Boca contaba con un último cuarto de hora para anotar el cuarto. Entró Delgado y tuvo dos chances, también estuvo cerca Cardozo. En tiempo de descuento, el Coco sacó a Palermo y puso a Palacio. No le alcanzó.

Boca 3
Abbondanzieri; Ibarra, Schiavi, Díaz, Morel Rodríguez; Cagna, Gago, Bilos; Insúa; Barros Schelotto, Palermo.
DT: Alfio Basile.

Sundowns 1
Arendse; Manzini, Jordan, Chalwe, Seneo; Nunens, Zulu, Morini, Principiano; Sapula, Torrealba.
DT: Angel Cappa.

Estadio: Gwangju World Cup.

Goles: 9m Cagna (B), 15m Palermo (B); 47m Sapula (S), 75m Cardozo (B).

Cambios: 24m Baloyi por Arendse (S); 45m Marino por Cagna (B), 56m Cardozo por Insúa (B), 80m Delgado por Barros Schelotto (B), 90m Palacio por Palermo (B).