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Las sorpresivas declaraciones efectuadas por el delantero Marcelo Salas el lunes pasado, donde criticó el accionar de los dirigentes de River, provocaron mucho malestar en el seno de la dirigencia. En ese sentido, un allegado a la Comisión Directiva le dijo a Página/12 que “lo que hizo Salas fue terrible, es un desagradecido. Ahora sale a decir esto después de que lo bancamos dos años, donde pasó la mayor parte fuera de la cancha por las permanentes lesiones”. En una radio chilena, el goleador había remarcado: “Yo quiero a River por sus hinchas, no por los dirigentes”. Las declaraciones se originaron a raíz de la abrupta partida del jugador al no acordar los términos contractuales para su continuidad.
La misma fuente le dijo a este diario que el chileno “especuló mucho hasta último momento para definir si se quedaba o se iba. En definitiva, es increíble que diga que está mejor en Chile que en River. Acá tenía todo y no le faltaba nada. La gente lo respaldó muchísimo”.
El que también salió a responderle al futbolista fue el vicepresidente de River, Julio Macchi, con la misma dureza: “Hubiera sido más valiente decir lo que dijo en nuestro país y no en Chile. Aquí siempre se lo apoyó, hasta en los momentos más difíciles. Era lo menos que se podía hacer con un jugador de su talla, con un ídolo que le dio mucho a la institución. Me parece que sus palabras son ingratas”. Además, el dirigente dijo que “todo el mundo sabe lo que bancamos a Salas. Durante su última etapa en el club jugó partidos enteros por la selección de su país, mientras que en River no aguantaba ni diez minutos”.
Salas se había referido al trato recibido de la directiva en el momento de renovar su contrato y explicó que no le gustaron “las condiciones que impusieron. No me pareció justo, porque cuando llegué a River nunca les dije: ‘Denme más o menos’, siempre me dio lo mismo”.
Macchi también habló respecto de la relación de Salas con los hinchas: “Creo que, bancándolo, logramos que la gente siguiera confiando en él. Pero no fueron pocos los socios que protestaron por esa circunstancia, ya que era un jugador que no le rendía a River, y no sólo por problemas futbolísticos”. El vicepresidente finalizó la charla con una frase tan irónica como dura: “Deseo que en Chile rinda cien veces más de lo que rindió en River. Así estaría a un 30 por ciento de lo que nosotros esperábamos que diera cuando vino”.