EL MUNDO › INQUIETANTE RETORNO DE LOS
TERRORISTAS A SU FABRICA DE BOMBAS CASERAS
Todos los destinos desde 58 Curtis House
La revelación de que los terroristas responsables de los atentados fallidos del jueves habrían vuelto a su fábrica de bombas antes de esfumarse de nuevo planteó anoche el peligro de que se hayan rearmado y estén preparándose para lanzar un nuevo ataque. Scotland Yard abocada a la cacería humana más grande de su historia.
Por Cahal Milmo y Jason Bennetto*
Desde Londres
La célula terrorista que protagonizó el frustrado ataque suicida en Londres seis días atrás puede haber vuelto temerariamente a su presunta fábrica de bombas en cuestión de horas respecto del ataque. Los detectives a cargo de la cacería humana más grande de Gran Bretaña investigaban anoche el informe de un testigo acerca de que tres hombres regresaron un día después del 21 de julio a 58 Curtis House, el departamento del norte de Londres donde se teme que fueron planeados los atentados y construidas sus armas. Forenses descubrieron ayer dentro de un garaje cercano grandes cantidades de químicos, que sospechan pueden haber servido para al menos cinco de las bombas mochileras usadas en el ataque contra tres subtes de Londres y un ómnibus. También encontraron rastros de los químicos dentro del departamento de una sola cama. El descubrimiento de anoche reforzó los temores de que los hombres pudieron haber obtenido nuevos explosivos antes de desaparecer de nuevo, posiblemente para planear nuevos atentados.
Fuentes policiales dijeron que los hombres no habían estado en su radar antiterrorista. Las novedades surgieron mientras se conocían detalles de las vidas de los dos hombres que habían venido a Gran Bretaña de niños para escapar de brutales guerras civiles en el este de Africa, sólo para posteriormente ejecutar ataques con bombas en su país adoptivo. El Ministerio del Interior confirmó que Ibrahim había llegado a Gran Bretaña como refugiado a la edad de 14 años con otros solicitantes de asilo provenientes de Eritrea, en el este de Africa. En noviembre del 2003 se postuló para convertirse en ciudadano británico y en septiembre pasado recibió su pasaporte. También salió a la luz que Omar, que tenía 12 años cuando llegó de su Somalía natal en 1992, había sido dado en adopción después de llegar a Gran Bretaña, sin amigos ni familia. Las revelaciones indican que los dos hombres probablemente sólo se radicalizaron después de vivir en Gran Bretaña por varios años. El Consejo de Enfield, que había sido responsable del cuidado de Omar, reveló anoche que los beneficios que había estado recibiendo le fueron quitados en mayo pasado después de que el Departamento de Trabajos y Pensiones le retirara sus ingresos suplementarios de apoyo. Se estima que Omar, que obtuvo un permiso indefinido para permanecer en Gran Bretaña en el 2000, recibió 24 mil libras esterlinas para alojamiento y 13 mil libras esterlinas en ingresos de apoyo durante los últimos seis años. Se le envió una carta el 3 de junio informándole que no se le pagaría más su alquiler de 75 libras semanales por 58 Curtis House y que podrían comenzar los trámites de desalojo. También se supo anoche que Ibrahim tiene antecedentes criminales, aunque los detalles de delitos eran inciertos. La cacería en pos de los terroristas se enfocó anoche en el departamento de New Southgate, al cual habían estado llevando cajas de cartón que contenían químicos para despegar empapelado.
La policía descubrió que el departamento era usado por dos de los terroristas, después de que un miembro de la comunidad les avisara en respuesta a un llamado de ayuda, el viernes a las 17. Fuentes de seguridad negaron que la propiedad hubiera estado vigilada antes del ataque. Cuando policías armados allanaron el departamento en New Southgate, en las primeras horas del lunes, descubrieron que estaba vacío. Un vecino ayer describió cómo por lo menos tres hombres fueron vistos dentro del noveno piso del edificio el 22 de julio, incluyendo a uno que cuadraba con la descripción de Yasin Hassan Omar, el somalí de 24 años cuya bomba no explotó en la estación Warren Street.
Había sido el inquilino registrado en el departamento desde febrero de 1999 y se cree que había compartido la propiedad durante los últimos dos años con otros tres hombres, incluyendo a Muktar Said Ibrahim de 17 años, que trató de hacer explotar el ómnibus Nº 26 en Shoreditch. Tania Wright,de 32 años, afirmó que había visto a los tres hombres en la puerta de la casa de 58 Curtis House el viernes a la tarde, y que rápidamente desaparecieron adentro. Dijo: “Salí del ascensor y vi a los tres tipos en el departamento que están revisando ahora. Obviamente estaban nerviosos. Entraron rápidamente dando un portazo. Sólo cuando la policía llevó a cabo el allanamiento, me di cuenta de que uno de ellos se parecía al atacante”.
La masiva operación policial para encontrar el grupo de terroristas, incluyendo un posible quinto atacante que abandonó su mochila llena de explosivos antes del ataque, provocó un renovado caos en la capital, mientras los oficiales acordonaban un Golf VW blanco en East Finchely, a unos tres kilómetros al este de Curtis House, poco después de las 11 am. La operación para buscar el automóvil, que inicialmente se pensó que pertenecía a Ibrahim o a Omar, llevó al cierre de la ruta circular A406, una de las principales arterias del tráfico de la capital, causando largas demoras. Alrededor de 300 residentes fueron evacuados, pero luego se les permitió regresar a sus hogares. Mientras la operación de la policía se enfocaba en las actividades de los dos hombres, la familia de Ibrahim dio a conocer una declaración, condenando sus acciones y diciendo que habían ido a una comisaría en cuanto habían visto una imagen de él, en el ómnibus Nº 26, que pasaba el noticiero CCTV.
En una declaración, la familia –de Harrow, al noroeste de Londres– dijo: “Somos una familia pacífica, que vivimos en este país desde 1998. El vive solo en otro lado. No es un miembro cercano de la familia. No nos ha visitado aquí durante muchos meses. La familia desea expresar su shock con relación a los hechos recientes y de ninguna manera tolera actos de terrorismo”. Una vecina de la familia de Ibrahim en Harrow dijo que era un “solitario” que hablaba sobre “los espíritus malignos” y trataba de convertirla a su fe. Sarah Scott, de 23 años, dijo que conocía al atacante desde que él tenía 11 años y que en noviembre pasado le había dado un panfleto religioso.
“Me preguntó si era cristiana o católica, porque mi familia proviene de Irlanda”, dijo. “Yo le dije que ninguna de las dos y que era atea. El dijo que debería creer y que él me iba a dar alguna información.” El panfleto que le dio se titulabao “Comprendiendo el Islamismo”.
* De The Independent de Gran Bretaña, especial para Página/12.