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El presidente de la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA), el suizo Joseph Blatter, admitió ayer que “hay que revisar todo el sistema de selección y designación de árbitros”, luego de los reproches que surgieron por la labor del egipcio Gamal Ghandour en el partido entre España y Corea del Sur.
El titular de la FIFA reconoció que hubo “insuficiencias” en algunas actuaciones de árbitros y jueces de línea en el Mundial, algunos de los cuales, dijo, cometieron “gruesos errores”.
Blatter anunció que para el próximo Mundial de Alemania las ternas arbitrales estarán compuestas por personas de la misma nacionalidad, para evitar problemas de comunicación y el de enrolar para esta función a ex futbolistas, a su juicio mejor preparados por su conocimiento del juego. “A partir de ahora tendremos los mejores árbitros, aunque provengan todos de un reducido grupo de países”, dijo Blatter, al referirse a la presunta escasa preparación de algunos jueces.
La propia FIFA debió darse cuenta el pasado día 19 de que el problema era serio cuando su Comité de Arbitros excluyó de la lista para los ocho últimos partidos del Mundial a los referís que habían generado polémica por una u otra causa.
Una semana atrás, en Yokohama, Blatter había desviado las críticas de los árbitros hacia los líneas. “El problema de los errores en las decisiones arbitrales no es de los árbitros, sino de sus asistentes, y eso es algo que se debe corregir en el futuro”, dijo entonces el suizo. “La mayor parte de las decisiones equivocadas de los árbitros se producen en los fuera de juego, en los que la apreciación de los asistentes es fundamental, pero algunos de los jueces de línea carecen de la profesionalidad y conocimientos exigibles”, admitió Blatter.
La inexperiencia de Michael Ragoonath, un técnico agrícola triniteño que, como línea en el partido de ayer, erró en una jugada de Joaquín que finalizó en gol de Fernando Morientes, fue ampliamente criticada por los españoles. Ragoonath señaló que un centro de Joaquín se había ido de la cancha y anuló el posterior tanto conseguido por Morientes, un tanto que habría sido el “gol de oro” que pusiera a España en la semifinal. Ragoonath había sido línea en la eliminación de la Argentina, ante Suecia.
El mexicano Edgardo Codesal, miembro del Comité de Arbitros de la FIFA y viejo conocido de los argentinos –fue el que le dio el penal a Alemania en la final de Italia ‘90– opinó el viernes que es mínimo el porcentaje de errores cometidos por los árbitros en los partidos del Mundial 2002. “En un partido se toman alrededor de setenta decisiones; si lo multiplicamos por los casi sesenta partidos que se han disputado no salen más de 4000 decisiones en total, y sólo ha habido cinco o seis errores importantes. Se puede decir que ha habido un error por partido, un promedio muy bajo”, dijo el ex árbitro mexicano.
En cuanto a la polémica suscitada por algunas decisiones erróneas de los jueces de línea, Codesal dijo: “A los árbitros asistentes ya se les avisó que su trabajo iba a ser complicado, y la única instrucción clara que se les dio en los seminarios anteriores al Mundial es que si tenían la más mínima duda sobre una jugada no levantaran la bandera”.