Parece que finalmente el australiano Lleyton Hewitt vendrá a Buenos Aires para disputar la semifinal de la Copa Davis dentro de diez días. Si bien el capitán del conjunto oceánico, John Fitzgerald, no pudo confirmar la presencia del principal jugador de su equipo, el diario The Advertiser aseguró ayer que el tenista más odiado por los jugadores argentinos estará en el Parque Roca para la serie que definirá a uno de los finalistas para el tradicional torneo. La única duda, entonces, pasa por el estado físico del ex número uno del mundo, que padece una tendinitis y un inconveniente en la rodilla derecha.

“Quedé dolorido otra vez después del Abierto de los Estados Unidos, pero el jugar para mi país es siempre un honor enorme para mí”, admitió Hewitt, dejando en claro que está dispuesto a viajar a Buenos Aires. Sin embargo, el jefe ejecutivo de la Federación Australiana de Tenis (TA), Steve Woods, se reunió con los apoderados de Hewitt en Nueva York durante el Abierto de Estados Unidos, pero no pudo tener un respuesta positiva. “Todavía no hay una decisión; parece que Lleyton está indeciso”, manifestó Wood. En tanto, Fitzgerald señaló que se le había asegurado que Hewitt estará disponible para la semifinal contra el conjunto capitaneado por Alberto Mancini. En un primer momento, el jugador había afirmado que no iba a venir a Argentina por temor a los riesgos físicos que podría sufrir ante el acoso del público argentino. Incluso, planteó la necesidad de contratar seguridad privada para no tener ningún inconveniente.

Más allá de la exageración del australiano, la razón de tanto temor tiene que ver con los numerosos encontronazos que ha tenido con los jugadores argentinos a lo largo de su trayectoria. Uno de los más recordados ocurrió en el Abierto de Australia 2005, cuando Juan Ignacio Chela, cansado de las provocaciones de Hewitt, lo escupió en un cambio de lado. Al año siguiente, cuando el cuadro los volvió a cruzar en el Melbourne Park, la prensa australiana armó un clima de guerra, pero Chela no ingresó en la pelea.

La siguiente situación se dio en la serie de los cuartos de final de la Copa Davis 2005, en el partido ante Guillermo Coria. Allí, los dos jugadores se gritaron puntos en la cara, se insultaron durante el encuentro y se cruzaron en varios cambios de lado. Luego, cuando David Nalbandian consumó la victoria argentina con el triunfo sobre el ídolo local, todos los festejos, con insultos incluidos, estuvieron dedicados a Lleyton. Y claro, además, juraron venganza contra el australiano para cuando el fixture los cruzara de nuevo. Y ese momento llegó, aunque la presencia de Hewitt, hasta ahora, no estaba garantizada.

El australiano tiene un record de 28 encuentros ganados sobre un total de 34 por Copa Davis y será designado por Fitzgerald como el jugador número uno de su equipo. El actual número 19 del mundo seguramente será acompañado por Mark Philipousis y los doblistas Wayne Arthurs y Paul Hanley. Además de ellos, viajarán Peter Luczak y Chris Guccione.