Martes, 12 de septiembre de 2006 | Hoy
CULTURA / ESPECTáCULOS › DEMOLIERON UN MURAL POR LOS 150 AÑOS DE ROSARIO
Un mural de Jaime Rippa con una visión utópica y futurista de la ciudad sucumbió a la piqueta a manos privadas este otoño.
Por Beatriz Vignoli
"Este mural era un legado de la ciudad de Rosario", declara Jaime Rippa, artista plástico y docente universitario de larga trayectoria, con una mezcla de orgullo y tristeza. Se refiere a "Visión", el mural que él creó y cuya realización colectiva coordinó en el invierno de 2002 para conmemorar los 150 años de Rosario como ciudad. El muro, en Santa Fe casi esquina Vera Mujica, estaba situado en ex terrenos fiscales del ferrocarril, comprados por un propietario privado. El mural estaba hecho en materiales vidriados y diseñado para durar dos mil años. Duró menos de cuatro. Fue demolido por su propietario, junto con el muro que le servía de soporte, en otoño de este año.-¿Quién le avisó?
-Hace unos tres meses, un integrante del equipo me llamó para avisarme que estaba vallado, tapado con carteles publicitarios. Fui entonces a hablar con los demás integrantes de la comisión de los festejos de los 150 años de Rosario. Hasta fui al lugar y toqué timbre en la casa de la esquina, pero nadie salió. Ni siquiera supe si seguían los mismos dueños. Consulté con un abogado. Me dijo que no se podía hacer nada.
-¿Por qué no se podía hacer nada?
-El reglamento, redactado por la misma comisión, especificaba que una vez cumplido el año del acto de inauguración del mural, el dueño del edificio podía disponer libremente de su propiedad. En general, se trataba de murales pintados. Éste era el único vidriado.
-¿Cómo había surgido el proyecto?
-Esta comisión conmemorativa se formó en 2002 a través de la Universidad Nacional de Rosario, la Municipalidad de Rosario y el Concejo Deliberante, convocando además a todas las otras áreas de las escuelas de arte, para festejar los 150 años de Rosario ciudad. Fui invitado a integrarla. Participé en la redacción de su reglamento, que luego fue difundido en los medios, en el que proponíamos a todas aquellas personas que quisieran adornar sus frentes prestaran por un año el frente de sus casas para embellecer la ciudad en su aniversario. Nos reuníamos en la Sede de Gobierno de la UNR (Maipú ....) y allí nos llegaban los llamados de los propietarios que respondían a la convocatoria y donaban sus paredes. Llamó la dueña del muro de Santa Fe y Vera Mujica, una señora cuyo marido estaba enfermo gravemente y ella pensaba que podría entretenerse ayudando a realizar el mural. Cuando fui a ver el lugar, me dije "esta pared es para mí". Tomé entonces esta pared y realicé un boceto a escala, con la imagen de un chico mirando la ciudad desde el río. Ese chico ve cuando se pone el sol sobre la ciudad y vislumbra su futuro. Decidí realizar el mural en elementos vidriados para que no pudiera ser destruido: en caso de que se lo pintara en aerosol, se lo podría limpiar fácilmente con thinner. Luego convoqué a alumnos y egresados de la UNR y de otras Facultades. Formé un equipo de trabajo. Se hizo un vallado de obra y trabajábamos adentro. Contra reloj, porque había que inaugurarlo el 3 de agosto y estábamos en junio. Se invitó a la gente a donar platos, botellas, tazas y toda clase de elementos vidriados. Casas de venta de sanitarios y azulejos, entre ellas Gaspel, que está enfrente, donaron materiales. Interio (Talleres Chicago) brindó materiales importados de buena calidad. Algunos integrantes del equipo se entusiasmaron tanto que preferían volver a pie a sus hogares, para juntar materiales de los contenedores de basura por el camino. En el acto oficial de inauguración, luego de que hablaron las autoridades, habló un integrante del equipo. Para mi sorpresa, me regalaron aquello, hecho por ellos (señala una versión pequeña en escala del mismo mural, que cuelga de una pared de su living). ¡Aunque yo me sentía en deuda con ellos, eran ellos quienes sentían gratitud por todo lo que habían aprendido!
-¿No hicieron, usted ni ellos, ningún intento por detener la obra de demolición?
-No. Yo quiero construir, no iniciar litigios. Ante una cultura de la destrucción, el arte debe formar una cultura constructiva.
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