El diputado Juan José Alvarez reconoció que fue integrante de la SIDE durante la última dictadura. “Ingresé a la Secretaría de Inteligencia por recomendación de mi suegro, porque necesitaba dinero para terminar mis estudios”, dijo el ex ministro de Justicia en declaraciones al sitio de Internet Urgente 24. Allí y en el programa de televisión Desde el Llano, ratificó la información revelada el domingo por Página/12, en la que, además, se agregaba que Alvarez entró en el “Organismo” con una carta de referencia del entonces ministro de Interior, el represor Albano Harguindeguy. El diputado aseguró ayer que el presidente Néstor Kirchner estaba al tanto de esta información cuando lo nombraron secretario de Seguridad en la ciudad de Buenos Aires y que en la SIDE fue “poco mejor que ordenanza”. “No fui agente operativo ni analista de información”, aseguró. Sin embargo, según su legajo, sus superiores lo consideraban un “excelente analista”.

“Cuando el presidente Kirchner me pidió que me hiciera cargo de la Secretaría de Seguridad de la ciudad de Buenos Aires, en ese momento había 176 muertos por el incendio de Cromañón y seguían muriendo chicos. En ese momento el Presidente tenía la misma información que ahora y me juzgó apto para la función”, aseguró Alvarez en su primer descargo, curiosamente realizado ante el sitio de Internet dirigido por Edgar Mainhard, a quien la mayoría de los analistas de medios le adjudican un claro parentezco con los servicios. “La única diferencia es que ahora pertenezco al grupo El General (que impulsa la candidatura del ex ministro de Economía Roberto Lavagna) y para alguna gente ahora sí esa foja de servicios es repudiable.” Consultado por Página/12, un vocero del Presidente negó oficialmente que Kirchner supiera estos datos acerca del pasado del ex ministro.

Alvarez comentó que “en la SIDE no fui agente operativo ni analista de información, solamente fui administrativo y me fui, porque renuncié avanzado el gobierno de Alfonsín”.

Según la foja de calificaciones de Alvarez, que actuaba en la SIDE con el nombre supuesto de Javier Alzaga, sus superiores consideraban que el diputado era un “excelente analista”. “Se caracteriza por su criterio, su iniciativa y sus conocimientos específicos y generales. Debiera pertenecer al plantel básico del organismo”, señalaron sus evaluadores en julio de 1982, cuando todavía era un contratado. En octubre de 1983, en el apartado de “concepto” de la planilla de calificaciones, en la SIDE aseguraban que Alvarez “une a sus condiciones intelectuales criterio e iniciativa”. “Ha demostrado ser un sobresaliente analista”, destacaban. En 1983 completó su formación con algunos cursos de trabajo. “Encuadramiento legal SIDE, Teoría de la Subversión y Contrasubversión, Documentación, Evolución Histórica de Occidente, Introducción a la Contrainteligencia, Introducción a la Inteligencia, Representación Argentina Geográfica y Proceso Histórico y Técnicas de Trabajo.”

“Ingresé a la Secretaría de Inteligencia por recomendación de mi suegro, porque necesitaba dinero para terminar mis estudios, y fui empleado administrativo categoría 15. La categoría 17 es la de ordenanza, o sea que yo era un poco mejor que ordenanza”, relató Alvarez y continuó: “Permanecí durante la época del gobierno de Raúl Alfonsín, en esa misma categoría”.

Página/12 relató el domingo que quien presentó a Alvarez ante la SIDE fue su suegro, el coronel (R) del comando de Remonta y Veterinaria Pedro Mercado. Agregó que, además, un espaldarazo decisivo se lo proporcionó Harguindeguy.

La semana pasada, el juez federal Norberto Oyarbide anuló el indulto que, junto al ex ministro de Economía José Alfredo Martínez de Hoz, le había evitado a Harguindeguy ser investigado por el secuestro del empresario Federico Gutheim y su hijo Miguel Ernesto. Harguindeguy, además, está procesado en la causa en la que se investigan los crímenes cometidos en el marco del Plan Cóndor, de coordinación represiva entre las dictaduras del Cono Sur.

“Conozco desde hace más de cinco años al candidato y lo considero un excelente elemento que no defraudará la confianza que en él se deposite. Un fuerte abrazo”, decía la carta, fechada en mayo de 1981, que el entonces ministro de Interior dirigió al general de división Carlos Alberto Martínez, secretario de Inteligencia del Estado, para apoyar el ingreso del diputado a la Secretaría de Inteligencia.

A ese hombre, titular de la SIDE durante la dictadura, se refirió Alvarez ayer: “Mi jefe cuando ingresé era el general Martínez, que fue director de la escuela de inteligencia en la democracia durante el gobierno de Carlos Menem”, comentó a modo de descargo.

Más allá de su categoría dentro del organismo, que Alvarez presenta como un mínimo nivel más arriba que la de un empleado de mantenimiento, de su legajo surge que cuando se presentó como aspirante a agente de inteligencia quería “servir mejor a nuestra patria”. Así lo manifestó en una carta que escribió a sus “futuros superiores”. Además, en el legajo figura entre los “datos aportados por el postulante” que “el Sr. Alvarez desea ingresar a este organismo por sentirse identificado con el proceso militar actual”.

El ex ministro de Justicia y ex secretario de Seguridad Interior de la Nación informó en la entrevista concedida a Urgente 24 que presentará una “cuestión de privilegio” en la Cámara de Diputados de la Nación, para que sean sus pares quienes juzguen su comportamiento. Por TN no quiso referirse a su futuro político y cuando le preguntaron si estaba arrepentido, aseguró que tenía que asumir “la responsabilidad” de lo que hizo: “Lo que hice es lo que hice, pero hice eso, no otra cosa”, manifestó.

El ex ministro de Justicia y ex secretario de Seguridad Interior de la Nación afirmó además que no mencionó en su curriculum su paso por la SIDE porque la Ley de Inteligencia se lo prohibía. “Se supone que es una designación secreta, por lo tanto si lo hubiera informado me hubiera convertido en un transgresor”, dijo. Agregó que reclamará “el procesamiento” de quienes divulgaron su expediente y advirtió que en el mismo armario en el que estaba su expediente hay miles de carpetas. “Hay gente que sigue trabajando ahí”, señaló.

Ante la revelación de Página/12, los organismos de derechos humanos reclamaron más publicidad sobre quienes pasaron por la SIDE durante la última dictadura. Más allá del repudio a los antecedentes de Alvarez, el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) solicitó que el Estado dé a conocer la nómina de todas aquellas personas que fueron miembros de la SIDE durante en ese período.