Atrás quedó para Facundo Sava la impotencia de haber sido excluido del equipo titular hace un par de fechas. El delantero volvió a ganarle la pulseada a Reinaldo Merlo y, a fuerza de goles, encaminó a Racing a su segunda victoria consecutiva del torneo. El equipo de Avellaneda se aprovechó de un limitado Gimnasia, en Jujuy, y continúa en franco ascenso. El conjunto local, por su parte, dejó una pálida imagen y sufrió una nueva derrota –la sexta del campeonato–, que lo acerca a la zona de promoción.

De entrada, Racing apostó por el ataque y acertó: Sava recibió un despeje de Medero que rebotó en Peralta y, con un zurdazo cruzado, puso en ventaja al visitante. Casi de manera automática, el conjunto de Merlo se retrasó en el campo de juego. Entonces, de la mano de un activo Balvorín, comenzaron a sucederse las jugadas de riesgo de Gimnasia. Fue el delantero quien con un potente remate obligó a una buena reacción de Campagnuolo. Minutos más tarde se volvió a perder el empate cuando, después de un pase de Quinteros, su débil remate murió en las manos del arquero.

De a poco, Racing empezó a sacarles provecho a los espacios que cedía el local. Moralez pudo estirar las diferencias, pero Valdiviezo desvió al corner su remate. Cerca estuvo Sava de marcar su segundo gol: Peralta se escapó por la derecha y envió un centro que el delantero no pudo empujar. La poca claridad del local facilitaba el trámite del juego para los de Avellaneda. El único problema con el que debió convivir Racing fueron las continuas descoordinaciones de sus defensores para dejar a los delanteros locales en fuera de juego. Cada intento significó una jugada de riesgo que Gimnasia no pudo –ni supo– capitalizar.

El comienzo de la segunda mitad comenzó plagado de imprecisiones. Gimnasia, con más ganas que fútbol, chocaba contra una sólida defensa y Racing no buscaba el arco de Valdiviezo. Hasta que el visitante dejó las especulaciones de lado y definió el partido. Bergessio robó una pelota en la mitad de la cancha y asistió a Sava, quien definió cruzado. Tres minutos más tarde, Racing liquidó el partido. Moralez corrió 30 metros y, desde afuera del área, sacó un potente derechazo que dejó sin reacción al arquero. Sólo quedó tiempo para que los jugadores se florearan y desaprovecharan situaciones para abultar la goleada.