“A veces ocurre que los arqueros suelen adelantarse un poco y en este caso, cuando le robé la pelota a Rodrigo Díaz, levanté la cabeza y le pegué. Gracias a Dios tomé la decisión correcta –rememoró Martín Palermo su fantástico gol del sábado contra Independiente–. También es importante la intuición, la misma que tuve minutos antes cuando la mandé por arriba. Ese gol sirvió para demostrar que este equipo y este cuerpo técnico tienen la misma idea de pelear por cosas importantes.”

Palermo ya convirtió 147 tantos en Boca y está a 34 del máximo goleador del club, el platense Francisco “Pancho” Varallo. “Uno trata de hacer las cosas lo mejor posible. Por suerte todavía disfruto cada práctica, cada concentración. Está comprobado que a la corta o a la larga siempre tuve una recompensa. Todas las cosas que me pasaron parecen hechas para hacer una película”, afirmó el delantero, que reveló parte de su secreto: “Por mi personalidad, trato de superarme permanentemente. Estoy muy tranquilo. A veces hablo, a veces no. Es mi manera de manejarme. Tengo la tranquilidad que las cosas se resuelven adentro de la cancha”.

El goleador se refirió a su estilo. “Nadie me regaló nada, lo mío siempre fue lucha tras lucha, fui siempre así. Los que me conocen en el día a día, en la adversidad, en las cosas negativas, saben que cuesta un poco superarlas, pero yo voy para adelante. Es mi forma de pensar y mi forma de ser dentro de lo que es el fútbol” señaló.

También explicó que “en Boca no hay divisiones, no hay peleas. Sí un grupo con una mentalidad ganadora y con el pensamiento de seguir dándole cosas importantes a este club”, afirmó el goleador.