Aníbal Ibarra, el ex jefe de Gobierno porteño destituido por la Legislatura tras el caso Cromañón, confirmó que participará de las elecciones para buscar convertirse en diputado de la ciudad. Lo que aún no definió es si lo hará solo o con Diálogo por Buenos Aires, el espacio que creó junto al diputado Miguel Bonasso y al cooperativista Carlos Heller y si será bajo el paraguas de las listas del candidato oficialista Daniel Filmus o con una boleta propia. “Me someto al voto para ir al lugar donde me destituyeron diez legisladores que no escucharon a la sociedad, porque a mí me destituyó la política, no la sociedad”, expresó Ibarra a Página/12. Esta semana tratará de convencer a sus socios políticos, que están remisos a “colgarse” del postulante ministro de Educación kirchnerista.

El ex jefe del Ejecutivo comunal aclaró que “en la discusión con ellos está claro que, si hacemos un acuerdo, no es por cargos, sino por un frente amplio del progresismo como coalición de gobierno”.

Pero en Diálogo por Buenos Aires esto no es lo único que falta definir. Tanto Heller como Bonasso aspiran a ocupar el sillón de la Jefatura de Gobierno porteño; de hecho, el primero ya lanzó los afiches callejeros y el segundo está a punto de hacerlo. Y están conversando para ver quién será el candidato del espacio. Es decir que Ibarra se lanzó como postulante a legislador porteño, pero aún no sabe con qué candidato a jefe de Gobierno terminará jugando. Su inclinación es sumarse al proyecto de quien fuera su secretario de Educación, pero Heller y Bonasso le ponen condiciones.

El diputado de Convergencia, que está arrancando en los próximos días su propia campaña, no tiene problemas en dialogar con la gente de Filmus, pero desde un frente de centroizquierda que le daría el apoyo, y no como parte de la estructura del peronismo de Capital. En el caso de Heller, viene tratando infructuosamente de sumar a este espacio al diputado Claudio Lozano, con quien comparte el proyecto del Cepac (Centro de Estudios y Participación Comunal). En las últimas horas, Lozano le insistió en que la disputa en la ciudad de la mano de Ibarra “es muy difícil”. Así las cosas, Heller hará un último intento por acercar estas posiciones. Y en caso de no lograrlo, deberá decidir en dónde sigue con su carrera política.

Ayer Ibarra declaró que, de ser electo, su vuelta a la Legislatura tendrá “un alto contenido político”, ya que es el cuerpo que decidió su destitución como jefe de Gobierno el año pasado, por mal desempeño en el cargo tras la tragedia de Cromañón. Los sectores más duros de los familiares de las víctimas aseguraron en su momento que irían a cada acto proselitista que realizara. Ibarra señaló que están “conversando” con el espacio de Filmus y dijo tener “buena relación personal y política”, aunque descartó sumarse al Frente para la Victoria porteño. “Tengo un perfil más independiente del gobierno nacional pero igualmente estamos analizando los efectos de división de votos, que podría ser negativa para el espacio que representamos”, explicó.