Martes, 27 de febrero de 2007 | Hoy
EL PAíS › MACRI LANZO SU CANDIDATURA A JEFE DE GOBIERNO Y AUN NO DIRA A QUIEN APOYA PARA PRESIDENTE
El líder del PRO confirmó que buscará nuevamente la Jefatura de Gobierno porteña. El anuncio lo hizo desde un basural en una esquina de Villa Lugano. Explicó que no definirá a quién apoyará para la presidencia hasta después de las elecciones en Capital. Tampoco adelantó quién será su compañero de fórmula.
Por Santiago Rodríguez
Mauricio Macri confirmó finalmente que se postulará en la ciudad de Buenos Aires. “Vuelvo a ser candidato el 3 de junio”, anunció desde un basural en una esquina de Villa Lugano y, como no podía ser de otro modo, en sus primeras declaraciones de campaña vaticinó: “Vamos a ganar y de acá no nos mueve nadie”. La decisión del líder de PRO abre la incógnita de quién irá en busca de la Presidencia en nombre de ese espacio. Macri aseguró que la resolución de ese enigma quedará para después de las elecciones a jefe de Gobierno porteño, en las cuales sus principales adversarios serán el actual mandatario local, Jorge Telerman, y Daniel Filmus, el defensor de los colores del kirchnerismo en el distrito.
Cuando sus asesores avisaron ayer a la tarde que Macri daría a conocer su papel en las próximas elecciones, ya era sabido su destino: el diputado empresario tomó la determinación de volver a probar suerte en la ciudad la semana pasada, después de evaluar la situación con sus íntimos y con su asesor Jaime Durán Barba. Durante el fin de semana terminó de madurar su decisión en soledad. A los miembros de su tropa les transmitió lo resuelto antes de hacerlo público y también a algunos de sus socios políticos. Al jefe de Recrear, Ricardo López Murphy, lo llamó por teléfono a Estados Unidos.
Macri sorprendió con el lugar que eligió para su lanzamiento: la esquina de Piedrabuena y Bermejo, en Villa Lugano. Allí, a un costado de las vías del ferrocarril Belgrano Sur, el titular de Boca se subió a una tarima improvisada con cuatro palets en medio de un basural e hizo el anuncio de la mano de una nena, vestida una remera con la leyenda “I love AR”. “Es de la zona. Se acercó a saludarlo y le pidió que lo acompañara”, explicaron los voceros de Macri, en respuesta a la curiosidad del cuadro.
La elección del sitio fue todo un gesto, que el mismo Macri se esmeró en reforzar. “Desde acá, mostrando lo que queremos erradicar, les decimos se puede”, manifestó el ahora otra vez candidato a jefe de Gobierno y completó: “Quiero que todos los vecinos sepan que no todos viven como en Callao y Alvear”.
Macri justificó su decisión de pelear la Jefatura de Gobierno en su “compromiso con los vecinos de esta ciudad”. También remarcó que “hace seis años” que viene trabajando con sus equipos a nivel local y dijo sentir que “llegó la hora de que PRO pueda demostrar que se pueden solucionar los problemas” de los porteños.
A Macri siempre lo sedujo la ciudad. Es el distrito donde debutó en la política en 2003. Ese año se postuló a jefe de Gobierno y perdió en el ballottage contra Aníbal Ibarra, tras derrotarlo en la primera vuelta. Hace dos años tuvo su revancha y ganó las elecciones de diputados nacionales.
La consolidación de Néstor Kirchner en el poder y el desdibujamiento del radicalismo como oposición tradicional al peronismo llevaron a Macri a convertirse en referente de quienes se plantan en la vereda de enfrente al oficialismo. Con alto nivel de conocimiento a su favor como titular de Boca, empezó a recorrer el país para sumar fuerzas en el plano nacional. “Estoy trabajando para ser candidato a presidente”, repitió hasta no hace mucho el empresario en su disputa con Roberto Lavagna por el liderazgo de la oposición, pero cuando Telerman apuró los plazos electorales en la ciudad tuvo que apurar una definición y volvió a su viejo amor.
La inscripción de Macri en la carrera por la Jefatura de Gobierno porteño deja vacante su lugar de candidato a presidente, un papel que descartó jugar después del 3 de junio: “Vamos a ganar y de acá no nos mueve nadie”. El empresario evitó cualquier otra definición al respecto con el argumento de que “hasta terminar las elecciones en la ciudad nos vamos a concentrar solamente en llevar estas propuestas a los vecinos de Buenos Aires”, aunque dejó varias puertas abiertas.
“Respetamos el trabajo de Lavagna, el de Jorge Sobisch, el de Ramón Puerta y el de López Murphy, que también ha manifestado que es precandidato presidencial”, sostuvo. Excluyó de la lista a Juan Carlos Blumberg, a quien alentó, en cambio, a postularse a la gobernación bonaerense. “Juan Carlos tiene que meterse en política y dar la pelea por sus ideas en la provincia. Nosotros lo vamos a apoyar”, apuntó.
El discurso de Macri y el escenario de su lanzamiento hablan de la línea que le imprimirá a su campaña: machacará en que la ciudad ya lleva “diez años de la misma gente” en el gobierno, se presentará como el portador de las “soluciones” a los problemas de los porteños y evitará la confrontación.
“Los argentinos tenemos mala suerte. Uno ve la película Happy Feet y están todos los pingüinos contentos. A nosotros nos tocó el único pingüino de mal humor”, ironizó Macri en respuesta al guante que le arrojó Kirchner la semana pasada, al calificarlo de “representante de la derecha farandulística” y cerró el tema con apego a su libreto proselitista: “No soy un gallo de riña. Soy un constructor de soluciones. Estoy seguro de que voy a poder trabajar junto al Presidente desde el gobierno de la ciudad”.
En tono conciliador, Macri declaró también que saldrá con “los tapones de punta contra los problemas” y aclaró que “mis enemigos no son los otros candidatos”. Para completar, enfatizó que “los vecinos se merecen un buen debate” electoral.
El mismo Macri reveló el cálculo que lo llevó a decidirse finalmente por la ciudad después de analizar las encuestas que hoy le asignan el primer puesto y lo ubican en cualquier escenario de segunda vuelta: expuso que “nos conocen más y vamos a conseguir esos pocos votos que nos faltaron” en 2003. Desde su posición de privilegio, el empresario tratará de no caer en contrapuntos con Telerman y Filmus.
La otra incógnita que Macri dejó flotando es la referida a su compañero de fórmula. En la lista de sus posibles vices aparece en primer término Gabriela Michetti, jefa del bloque macrista en la Legislatura. Al verlos llegar a Lugano en el mismo auto, algunos especularon con que fuese Horacio Rodríguez Larreta, quien ya lo acompañó hace cuatro años y se postulaba ahora para la Jefatura de Gobierno. “Después del gol, se evaluó que fuera (Martín) Palermo”, bromeó el presidente de Boca para salir del paso y regocijado por el tanto que el delantero anotó el sábado pasado contra Independiente.
Macri seleccionará a su acompañante en función de la elección que hagan sus adversarios y de cómo termine de armarse el rompecabezas porteño. En el equipo que ya empezó a delinear los primeros trazos de su campaña –que, además de Michetti y Rodríguez Larreta, integran el legislador porteño Marcos Peña y Avelino Tamargo, quienes también lo acompañaron a su lanzamiento en Villa Lugano– creen que hoy la pelea final sería con Telerman, pero no descartan que llegado el momento de la verdad sea Filmus su hombre a vencer.Por Santiago Rodríguez
@Mauricio Macri confirmó finalmente que se postulará en la ciudad de Buenos Aires. “Vuelvo a ser candidato el 3 de junio”, anunció desde un basural en una esquina de Villa Lugano y, como no podía ser de otro modo, en sus primeras declaraciones de campaña vaticinó: “Vamos a ganar y de acá no nos mueve nadie”. La decisión del líder de PRO abre la incógnita de quién irá en busca de la Presidencia en nombre de ese espacio. Macri aseguró que la resolución de ese enigma quedará para después de las elecciones a jefe de Gobierno porteño, en las cuales sus principales adversarios serán el actual mandatario local, Jorge Telerman, y Daniel Filmus, el defensor de los colores del kirchnerismo en el distrito.
Cuando sus asesores avisaron ayer a la tarde que Macri daría a conocer su papel en las próximas elecciones, ya era sabido su destino: el diputado empresario tomó la determinación de volver a probar suerte en la ciudad la semana pasada, después de evaluar la situación con sus íntimos y con su asesor Jaime Durán Barba. Durante el fin de semana terminó de madurar su decisión en soledad. A los miembros de su tropa les transmitió lo resuelto antes de hacerlo público y también a algunos de sus socios políticos. Al jefe de Recrear, Ricardo López Murphy, lo llamó por teléfono a Estados Unidos.
Macri sorprendió con el lugar que eligió para su lanzamiento: la esquina de Piedrabuena y Bermejo, en Villa Lugano. Allí, a un costado de las vías del ferrocarril Belgrano Sur, el titular de Boca se subió a una tarima improvisada con cuatro palets en medio de un basural e hizo el anuncio de la mano de una nena, vestida una remera con la leyenda “I love AR”. “Es de la zona. Se acercó a saludarlo y le pidió que lo acompañara”, explicaron los voceros de Macri, en respuesta a la curiosidad del cuadro.
La elección del sitio fue todo un gesto, que el mismo Macri se esmeró en reforzar. “Desde acá, mostrando lo que queremos erradicar, les decimos se puede”, manifestó el ahora otra vez candidato a jefe de Gobierno y completó: “Quiero que todos los vecinos sepan que no todos viven como en Callao y Alvear”.
Macri justificó su decisión de pelear la Jefatura de Gobierno en su “compromiso con los vecinos de esta ciudad”. También remarcó que “hace seis años” que viene trabajando con sus equipos a nivel local y dijo sentir que “llegó la hora de que PRO pueda demostrar que se pueden solucionar los problemas” de los porteños.
A Macri siempre lo sedujo la ciudad. Es el distrito donde debutó en la política en 2003. Ese año se postuló a jefe de Gobierno y perdió en el ballottage contra Aníbal Ibarra, tras derrotarlo en la primera vuelta. Hace dos años tuvo su revancha y ganó las elecciones de diputados nacionales.
La consolidación de Néstor Kirchner en el poder y el desdibujamiento del radicalismo como oposición tradicional al peronismo llevaron a Macri a convertirse en referente de quienes se plantan en la vereda de enfrente al oficialismo. Con alto nivel de conocimiento a su favor como titular de Boca, empezó a recorrer el país para sumar fuerzas en el plano nacional. “Estoy trabajando para ser candidato a presidente”, repitió hasta no hace mucho el empresario en su disputa con Roberto Lavagna por el liderazgo de la oposición, pero cuando Telerman apuró los plazos electorales en la ciudad tuvo que apurar una definición y volvió a su viejo amor.
La inscripción de Macri en la carrera por la Jefatura de Gobierno porteño deja vacante su lugar de candidato a presidente, un papel que descartó jugar después del 3 de junio: “Vamos a ganar y de acá no nos mueve nadie”. El empresario evitó cualquier otra definición al respecto con el argumento de que “hasta terminar las elecciones en la ciudad nos vamos a concentrar solamente en llevar estas propuestas a los vecinos de Buenos Aires”, aunque dejó varias puertas abiertas.
“Respetamos el trabajo de Lavagna, el de Jorge Sobisch, el de Ramón Puerta y el de López Murphy, que también ha manifestado que es precandidato presidencial”, sostuvo. Excluyó de la lista a Juan Carlos Blumberg, a quien alentó, en cambio, a postularse a la gobernación bonaerense. “Juan Carlos tiene que meterse en política y dar la pelea por sus ideas en la provincia. Nosotros lo vamos a apoyar”, apuntó.
El discurso de Macri y el escenario de su lanzamiento hablan de la línea que le imprimirá a su campaña: machacará en que la ciudad ya lleva “diez años de la misma gente” en el gobierno, se presentará como el portador de las “soluciones” a los problemas de los porteños y evitará la confrontación.
“Los argentinos tenemos mala suerte. Uno ve la película Happy Feet y están todos los pingüinos contentos. A nosotros nos tocó el único pingüino de mal humor”, ironizó Macri en respuesta al guante que le arrojó Kirchner la semana pasada, al calificarlo de “representante de la derecha farandulística” y cerró el tema con apego a su libreto proselitista: “No soy un gallo de riña. Soy un constructor de soluciones. Estoy seguro de que voy a poder trabajar junto al Presidente desde el gobierno de la ciudad”.
En tono conciliador, Macri declaró también que saldrá con “los tapones de punta contra los problemas” y aclaró que “mis enemigos no son los otros candidatos”. Para completar, enfatizó que “los vecinos se merecen un buen debate” electoral.
El mismo Macri reveló el cálculo que lo llevó a decidirse finalmente por la ciudad después de analizar las encuestas que hoy le asignan el primer puesto y lo ubican en cualquier escenario de segunda vuelta: expuso que “nos conocen más y vamos a conseguir esos pocos votos que nos faltaron” en 2003. Desde su posición de privilegio, el empresario tratará de no caer en contrapuntos con Telerman y Filmus.
La otra incógnita que Macri dejó flotando es la referida a su compañero de fórmula. En la lista de sus posibles vices aparece en primer término Gabriela Michetti, jefa del bloque macrista en la Legislatura. Al verlos llegar a Lugano en el mismo auto, algunos especularon con que fuese Horacio Rodríguez Larreta, quien ya lo acompañó hace cuatro años y se postulaba ahora para la Jefatura de Gobierno. “Después del gol, se evaluó que fuera (Martín) Palermo”, bromeó el presidente de Boca para salir del paso y regocijado por el tanto que el delantero anotó el sábado pasado contra Independiente.
Macri seleccionará a su acompañante en función de la elección que hagan sus adversarios y de cómo termine de armarse el rompecabezas porteño. En el equipo que ya empezó a delinear los primeros trazos de su campaña –que, además de Michetti y Rodríguez Larreta, integran el legislador porteño Marcos Peña y Avelino Tamargo, quienes también lo acompañaron a su lanzamiento en Villa Lugano– creen que hoy la pelea final sería con Telerman, pero no descartan que llegado el momento de la verdad sea Filmus su hombre a vencer.
“Tiene cola, melena y dientes de león, pero no nos dijo que era un león.” Así definieron los dirigentes peronistas porteños que apoyan a Mauricio Macri la entrevista que mantuvieron ayer por la tarde con el líder del PRO, que les dio a entender que anunciaría su decisión de ir por la jefatura del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires pero no les concedió el privilegio del anticipo. De la reunión que se realizó en la sede de Compromiso para el Cambio (CPC) participaron los legisladores de la ciudad Cristian Ritondo, Daniel Amoroso, Diego Santilli, Santiago De Estrada, Silvia Majdalani, Dora Mouzo y Alvaro González, de Propuesta Peronista. En principio, el encuentro había sido programado para las 11, pero la definición sobre la candidatura de Macri lo postergó para más tarde. Allí, el líder del PRO les dio a entender que competiría por el gobierno porteño y no como candidato a presidente, una decisión que la “pata peronista” del macrismo venía apoyando con fervor. Macri hizo lo mismo ante una mesa ampliada de la que participaron dirigentes de todos los partidos que lo respaldan.
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