Lewis Hamilton y Fernando Alonso firmaron ayer la paz antes del Grand Prix de Brasil del domingo, donde ambos y el finés Kimi Raikkonen se disputarán el título de campeón del mundo de Fórmula 1. “Nunca tuvimos problemas el uno con el otro. Desde el principio tuvimos una buena relación”, dijo Alonso en el circuito de Interlagos durante la rueda de prensa oficial. Hamilton, su compañero de equipo en McLaren-Mercedes, se manifestó en el mismo sentido, conciliador: “La relación es ahora tan buena como siempre”.

En realidad, la relación entre ambos comenzó a empeorar después del GP de Mónaco, cuando Hamilton acusó al equipo de impedirle pelear la victoria a Alonso en la pista y acusó su momento más bajo en la clasificación del GP de Hungría, cuando Hamilton no dejó pasar a Alonso en la pista y el español lo bloqueó en la calle de boxes. El clima en Mclaren se tornó tan irrespirable que en la última carrera, el GP de China, Alonso sugirió que el equipo lo había perjudicado en la clasificación. La FIA destacó un observador en el box para que certificase la ecuanimidad de la escuadra inglesa en el tratamiento a sus dos pilotos.

Hamilton podrá conocer hoy la pista de Interlagos, en la que nunca corrió, en la sesión de ensayos del Grand Prix brasileño. El británico suma 107 puntos contra 103 de su compañero y 100 de Raikkonen, quien ayer afirmó: “En este Grand Prix no tengo mucho que perder, así que voy a tratar de afrontarlo como una carrera normal. Puede que durante la carrera necesitemos hacer algo, pero no serán locuras, porque seguro que no funcionarán”, aseguró el piloto de Ferrari.