José María Campagnoli, el fiscal que lleva adelante la investigación por el asesinato del barrabrava de River Martín Gonzalo Acro, aseguró ayer que “el hecho está esclarecido” y reconoció alentar sospechas de que la dirigencia del club de Núñez favoreció el accionar del grupo más violento de la hinchada, conocido como “Los Borrachos del Tablón”. “Para nosotros el hecho está esclarecido, pero para que haya una decisión judicial que llegue a una sentencia firme pasa tiempo. Hay cinco detenidos y tenemos la esperanza de que el juez (Luis Rodríguez) convalide estas detenciones con un procesamiento y prisión preventiva”, señaló Campagnoli. El fiscal remarcó que “esto recién empieza” y dijo esperar que las actuales investigaciones tengan “un efecto dominó”.

Campagnoli recordó que meses atrás pidió “la declaración indagatoria de (el presidente de River José María) Aguilar”, cuyas explicaciones ante el juez Mauricio Zamudio no lo dejaron conforme. “Que Aguilar explique lo que toda la gente se pregunta: las entradas de favor, cuáles son las relaciones, si conocen a los hermanos (Alan y William Schlenker), porque en su indagatoria simplemente presentó un escrito con la firma de su abogado”, indicó el fiscal, que también aclaró que “de ninguna manera” piensa que “la dirigencia en general es ajena a la situación de las distintas barras”.

Al expresar su optimismo en que los barrabravas puedan quedar presos, Campagnoli recordó que el juez Rodríguez “ya denegó algunas excarcelaciones” de los cinco hinchas detenidos, “y de algún modo eso es un buen pronóstico”. “Si (Rodríguez) escuchó a un sospechoso y no le concedió la excarcelación, evidentemente no le creyó o no le cerró la excusa que esta persona ha dado”, completó Campagnoli.

Los barrabravas detenidos son William Schlenker, Andrés “Raba” Torres (jefe de la hinchada de Platense), Víctor “Toddy” Videla, Carlos “Urko” Berón y Martín “Pluto” Lococo. El fiscal estimó que los diez barrabravas que se encuentran prófugos “tendrían que caer rápido en la medida en que cada persona que pasa por esta historia cumpla con su función”, porque “a uno –subrayó– le cuesta creer que puedan seguir libres si la Policía Federal actúa como corresponde”. Alan Schlenker, quien era el líder del grupo antagónico al que pertenecía Acro y está considerado por la Fiscalía como uno de los autores intelectuales del crimen, “tiene medios como para profugarse por un tiempo”, según consideró Campagnoli. En cambio, estimó que los otros nueve prófugos serán detenidos de un momento a otro, porque no cree que “tengan medios para irse del país”.