En el extremo diametralmente opuesto a Estudiantes está su clásico rival, Gimnasia. Ultimo en la tabla del Apertura junto a Quilmes, en zona de Promoción, afectado por una tremenda crisis económica, su presente no podría ser más disímil. El plantel que ahora conduce Pablo Morant se entrenó ayer bajo la promesa de la regularización de la situación. A los jugadores se les deben varios sueldos, y algunos cheques con los que se les abonó no estaban cubiertos, razón por la cual suspendieron la práctica del martes por la tarde, y ayer practicaron con la presencia del presidente del club, Walter Gisande, que fue a llevarles garantías de pago. Según versiones que circulaban ayer en La Plata, la AFA rechazó un pedido extraordinario de préstamo de fondos y varios dirigentes caracterizados podían ser convocados para efectuar un aporte. Para el próximo partido, contra River en el Monumental, Morant probó ayer un 4-1-4-1: Sessa; Moreira, Fontanello, Landa, Benavídez; Rinaudo; Encina, Capurro, Aued, Casco; Navarro. El uruguayo Jorge Córdoba, que marcó dos goles en la última caída 4-2 ante Argentinos, no fue incluido.