Todos los flashes fueron para David Nalbandian, pero la serie se aclaró con la victoria de Juan Mónaco. Envalentonado por haber conseguido el segundo punto de la jornada, el tandilense se mostró conforme con su rendimiento ante Victor Hanescu. Y si bien reconoció que tuvo algunos pasajes flojos, señaló que pudo llevar a cabo la estrategia que había planificado antes del partido. “Se dieron las cosas como pretendía. Hice un buen juego, aunque recién pude mostrar mi mejor rendimiento en los últimos dos sets. El encuentro fue muy parejo, pero lo más importante es que el triunfo quedó para Argentina”, expresó, al mismo tiempo que destacó el apoyo del público: “La gente fue muy importante. Me ayudó a levantar el nivel, sobre todo en el tercer set, y por suerte se dio la victoria”.

En referencia al segundo set, donde el rumano niveló el marcador, Pico realizó una profunda autocrítica: “No le pegué a la pelota con soltura y no conseguí desequilibrar en ningún momento, por eso el rival sacó ventaja”. Sin embargo, contó que el encuentro “se hizo sencillo” a partir del tercer parcial. “La clave fue no perder la concentración. Haber conseguido un quiebre rápido terminó siendo importante para no sufrir sobre el final”, analizó Mónaco, que encaminó la victoria a partir de una ventaja de 3-0 obtenida en el arranque de la manga.

El punto que ganó el tandilense parecía más difícil en los papeles. Pero lejos de sufrir los baches anímicos que suele acusar en el circuito, el argentino no se fue del partido cuando estuvo en desventaja, jugó con profundidad, mostró variedad en el servicio e impidió que el rumano se sintiera cómodo. Dentro de esa órbita, el ganador destacó el poderío de los rivales, pero deseó que la serie concluya lo antes posible: “Ellos son un equipo para respetar, pero ojalá se nos dé. Por suerte pude cerrar el partido a mi favor ante un rival muy respetado”. Y agregó: “Es muy importante para nosotros jugar acá, pero hay que seguir porque todavía falta”.

Con el objetivo de motivar a sus compañeros, Mónaco arengó a Juan Ignacio Chela y Eduardo Schwank. “Ahora hay que esperar que el dobles haga lo suyo y obtengamos el pasaporte a la siguiente fase”, sentenció el tandilense, confiado en que hoy se terminará de liquidar la serie. El binomio argentino, que goza del aval de Modesto Vázquez, logró alcanzar las semifinales de Wimbledon en 2010. Con ese antecedente que invita a soñar, los doblistas locales chocarán contra Hanescu-Hanou, la dupla visitante, que viene de coronarse en Acapulco la semana pasada.