Además del record, Gerardo Martino también se ganó ayer la polémica y no sólo por haber sacado a Messi. Florentino Pérez, el presidente de Real Madrid, lo calificó de “demagogo” por las críticas del rosarino sobre el pase de 100 millones de euros que el club madrileño pagó por el galés Gareth Bale. “El es nuevo en esta plaza y no sabe muy bien cómo funcionan aquí los fichajes. Es fácil ser demagogo”, se refirió Pérez a Martino en declaraciones a la Radio Cadena Ser de Madrid. Según Pérez, “el fichaje de Bale es el modelo Real Madrid, fichar al mejor jugador del momento, y eso lo digo yo”.

Sin conocer demasiado el medio, aún, Martino había declarado, luego de ser consultado por la transferencia de Bale, que si bien lo consideraba “un muy buen jugador”, los números que se manejaron por Bale le parecían “casi una falta de respeto para el mundo en general”. “Fue barato”, aseguró Pérez, convencido de que comprar estrellas por millones es una buena política en su club, aunque no dio la cifra exacta del pase de Bale. Pero además de los palos, el técnico campeón con Newell’s también recibió palabras de aliento. “Martino no pretende hacer ninguna revolución. Hay que recomponer la concentración, sostener la idea y no inventar lo que está inventado”, estimó César Menotti, que hace 30 años era el técnico del Barcelona: ayer se cumplieron tres décadas, precisamente, de la aciaga jornada en la que Andoni Goitkoetxea fracturó a Diego Maradona, entonces astro del club catalán.

“Me parecería un disparate pretender cambiar una obra de arte como la que construyó (Pep) Guardiola, pero hay que reconstruir ciertas cosas”, dijo Menotti, quien rechazó la idea de que el Barcelona necesita un cambio de estilo porque los rivales lo conocen demasiado. “El Barça sencillamente debe volver a ser el mismo. El talento no es previsible. No hay que confundir la idea.”