“Para uno, es ser muy afortunado por el hecho de vivir tan cerca toda su magia.” Javier Mascherano sintetizó en pocas palabras el regalo del fútbol que significa jugar con Lionel Messi. “Hace cosas que nadie hace y ojalá podamos seguir disfrutando de él”, lo elogió, por su parte, Andrés Iniesta. “Hizo dos goles fantásticos. Josep Guardiola conoce bien a Messi y sabe que si está inspirado nadie lo puede parar”, sentenció Gerard Piqué. El mundo del fútbol inventa como puede nuevos elogios para el rosarino, que se empeña en merecerlos a la vez que agotarlos.

“Cada día sorprende más, en cada partido tiene hambre y ambición. El equipo ha trabajado bien y hemos mantenido la puerta a cero”, lo catalogó Luis Enrique, su actual técnico. Su viejo entrenador, Pep Guardiola, ya lo había elogiado profusamente en la previa del partido, que siguió los lineamientos de su predicción: el talento de Messi pulverizó todas las precauciones. “Volvió a mostrar su talento. Ya ha generado muchas situaciones como ésta, aprovecha sus oportunidades”, aceptó, lacónico, el técnico del Bayern tras la caída.

Messi prefirió analizar el partido antes que su actuación: “El Bayern es un muy buen equipo, tiene un estilo similar al nuestro. Tuvimos la suerte de hacer un gol que nos costó y después vinieron los demás muy seguido. Conseguimos un resultado muy bueno para la vuelta, que era lo que buscábamos”, opinó.

“Sacamos un resultado bueno, pero creo que no nos podemos confiar. Es el Bayern y tiene muy buenos jugadores y podrán estar algunos que hoy (por ayer) no estuvieron. En la revancha nos van a ir a buscar desde el principio, sabemos lo difícil que es jugar en esa cancha”, cerró.