Por haber sido futbolista, ¿tiene más herramientas para opinar?

–No, lo que tenés es respeto, que algunos no tienen. Hoy las pelotas no son las mismas, vuelan de otra manera, y esto es difícil de explicarle a la gente. ¿O cómo le decís si un arquero salió a cortar un centro y justo un compañero le pisó un pie y no pudo saltar?

–Precisamente, ¿lo que le pasó a la Selección en la final de la Copa América fue un mal día?

–Había jugadores que venían de 60 y pico de partidos, hacía 38 grados y ese día hubo cuatro cosas clave. Primero, Argentina no jugó ni la cuarta parte de lo que venía jugando en ninguno de los dos tiempos. Luego hay una decisión estratégica de Brasil muy importante, que llevada a la práctica tuvo la perfección de ejecución. Porque el pelotazo en el primer gol es perfecto y la definición mucho más. Y tuvieron la cuota de azar que hay que tener, porque a los cuatro minutos están ganando.

–Mirando a futuro, ¿le tenés confianza a esta Selección?

–Acá los futuros son muy complicados de pronosticar. Por el recambio de futbolistas, por las curvas ascendentes y descendentes. El futuro de la Selección va a estar marcado por el técnico de turno ganador. De Menotti pasamos a Bilardo, luego Basile, Passarella, Bielsa, Pekerman y ahora Basile. Y no está Bianchi por una cuestión de egos personales con Grondona, nada más.

–De los que están en actividad, ¿con qué técnico coincidís?

–Cada vez se juega menos. Es difícil. Acá se arman equipos cada tres meses. Entonces la línea es la de Boca. (Oscar) Tabárez no salió campeón porque erraron 20 goles contra Independiente, si no Tabárez también era campeón. El único que no anduvo bien fue Brindisi. La columna vertebral se mueve poco, entonces es imparable. Por eso no entiendo lo que le pasa a River. El Manchester juega 4-4-2 hace 20 años, pero ¿quiénes son esos volantes. Giggs, Scholes, y Ronaldo, qué tienen de volantes estos pibes? No jodamos.