María Valeria Rezende nació en Santos, en el estado de San Pablo, Brasil, en 1942 y milita desde los 13 años en cuestiones sociales. Es religiosa desde 1965 y desde entonces se ha ocupado casi exclusivamente de educación popular. Participó en la planificación y entrenamiento de los estudiantes para el Plan Nacional de alfabetización que era dirigido por Paulo Freire, basado en sus metodologías y abortado por el golpe militar brasileño. En 1971 debió partir al exilio, perseguida por la dictadura y trabajó en Europa, Argelia, Estados Unidos y México. Un año después reingresó en la clandestinidad y se instaló en zonas rurales del Nordeste del Brasil, donde continuó su práctica en educación sindical y formación político-social de comunidades eclesiales de base. En 1981 creó el Servicio de educación popular de la Diócesis de Guarabirá, hoy autónomo y todavía muy activo. Y en 1987 formó la Escuela de Formación Quilombo dos Palmares (Equip) para dirigentes y educacores populares de los nueve estados del Nordeste brasileño. En 1986 se trasladó a Joao Pessora, la capital del estado de Paraíba, donde vive en la actualidad. También ha formado educacores populares y organizado seminarios de sistematización de experiencias y reflexión sobre educación popular en Cuba, Haití, Nicaragua, Honduras, México, Italia, USA, Francia, Africa, Canadá y Guatemala.

Entre las obras destacadas de Rezende se encuentra Nao ficcao (1976), que relata la historia de la clase obrera de Brasil; y Vasto mundo (2001), una serie de relatos que se suman a obras cortas sobre pedagogía, historia, sociología y economía. El vuelo de la ibis escarlata, publicado el año pasado, es su primera novela, y un fiel retrato del Brasil profundo. Fruto de una intensa experiencia viajera, la escritora narra allí los problemas de falta de amor y afecto, con una crudeza que no incluye golpes bajos. “Para mí, es mi obra mayor sobre la educación popular”, afirma.