DISCOS › ASI ES “100TH. WINDOW”, LO NUEVO DE MASSIVE ATTACK
Ventanas que miran a Bristol
El disco, que aparecerá el 10 de febrero, retribuye la espera de casi cinco años con otra serie de canciones de difícil imitación.
Por Eduardo Fabregat
Grabaron apenas tres discos, desde el Blue lines de 1991 que sentó las bases de algo que alguien quiso definir como trip hop y así quedó, aunque los protagonistas odiaron el término desde el principio. Protection y Mezzanine terminaron de cimentar su reputación, al punto que aún hoy, cada vez que aparece algún grupo con algo de su ADN en las venas musicales, la prensa británica inmediatamente desempolva el mote de “el nuevo Massive Attack”. En eso influye el tempo ralentado con que el grupo de Bristol encara sus producciones, un tempo que dejó pasar casi cinco años desde el soberbio Mezzanine. Ahora, con 100th. window esperando en las gateras a que sea 10 de febrero, fecha de su lanzamiento mundial, la prensa amante de rótulos puede ir diagramando sus titulares. Al fin, hay un nuevo Massive Attack. Se llama Massive Attack.
En tiempos de amenazas–Bush a Irak, el retorno de una de las bandas más influyentes de la escena británica de los últimos años parece apropiado, aunque su líder Robert “3–D” Del Naja parezca alejado de las disquisiciones que lo llevaron a desprenderse momentáneamente del “Attack” en 1992, para no quedar pegado con un posible aliento a la Guerra del Golfo. En todo caso, Del Naja prefiere poner un enorme pop up en su sitio de internet que advierte “Stop the war on Irak”, y es como si el tiempo no hubiera pasado. Pero el tiempo sí pasó, y dejó huellas: 100th. window presenta en rigor a lo que queda del grupo surgido del colectivo artístico Wild Bunch, ya que a las sucesivas deserciones de Tricky, Mushroom y el productor Nellee Hooper se terminó sumando Grant “Daddy G” Marshall, a quien 3–D confiesa no haber visto en los últimos seis meses.
Nada de eso, de todos modos, opaca la importancia del nuevo disco de un proyecto musical tan difícil de sustituir. Porque, además, Massive Attack hace que la espera valga la pena. “Quisimos hacer un álbum más cálido que Mezzanine, pero no por ello más blando. Se trató de mantener el riesgo y la intriga, pero sin convertirlo en algo sombrío, monótono”, apunta Del Naja. Riesgo e intriga son dos palabras que le caben muy bien a 100th. window, para el cual 3–D apeló a la costumbre de ir construyendo las canciones pedazo a pedazo, y convocar a artistas–colaboradores a poner sus matices al servicio de una música –gracias al cielo– inclasificable.
Así, allí está la eterna voz del jamaiquino Horace Andy para “Everywhen”, mientras que la cantante elegida esta vez viene de un registro bien diferente al de Elizabeth Frasier, Sara Jay o Nicolette: Sinéad O’Connor es quien aparece en tres tracks del aún inédito disco, y en todas brilla por razones diferentes. El single “Special cases” tiene algo de aquella hipnosis de “Risingson” –gracias a unas cuerdas vía teclado con algo de amenazante–, mientras que “What your soul sings” es una canción a esta altura típica del grupo, con un trasfondo hipnótico y una vocalización llena de aspiraciones humanas, un soplo de aire fresco entre tanta vocecita procesada por vocoder. “A prayer for England”, finalmente, es –junto a “Butterfly caught”, el pasaje más uptempo– uno de los puntos altos del disco, una descarga épica tan sugerente que debería hacer enrojecer a quienes pretendieron el trono de Bristol.
Entre ellos no se encuentra Radiohead, pero sí puede hallarse un nexo entre lo nuevo de M. A. y lo más reciente de los muchachos de Thom Yorke en “Small time shot away”, un tema oscuro, climático y, efectivamente, intrigante, que podría ser una colaboración pasible de figurar como out take de Kid A o Amnesiac. Es la puerta de entrada a un final que se reparte entre las nocturnidades sonoras de “Name taken” –ideal para escuchar a la luz de la luna– y “Antistar”, cuyo aire bailable se balancea con melodías árabes, y se funde con un largo cuelgue que llena el disco hasta los 74 minutos, y al que Del Naja define como “una línea de bajo para comer, dormirse al volante o directamente cagarse el cerebro”. El mismo músico, más líder que nunca, explica que el título 100th. window proviene de un libro homónimo de Charles Jennings y Lori Fena dedicado ala falta de privacidad en internet. “Por más cuidadoso que seas, por más aparatos de seguridad que tengas en tus ventanas, siempre vas a dejar una sin protección”, dice. “Cualquiera puede saber todo sobre vos, y realmente no habrá dónde esconderse”. Suena algo paranoico, es cierto. ¿Cómo no serlo en estos tiempos de ataque masivo?