ESPECTáCULOS
El sainete de Víctor Heredia y Los Nocheros tiene un final feliz
El cantautor cerrará oficialmente Cosquín, y Los Nocheros actuarán después. “Fue sólo un problema de incomunicación”, coinciden.
Por Fernando D´addario
La clausura oficial de la polémica establece que sólo se trató de un problema de “incomunicación”. Víctor Heredia cerrará finalmente el festival de Cosquín el próximo domingo, y Los Nocheros actuarán más tarde, a la madrugada, fuera del horario televisivo. Como si nada hubiese pasado. El déficit comunicacional, no obstante, bastó para abrir un frente de tormenta en la apacible luna coscoína. El domingo pasado, el autor de “El viejo Matías” había anunciado que no participaría del festival, disgustado porque los organizadores programaron a último momento a Los Nocheros en la última jornada. El grito de Heredia resonó fuerte en los oídos de los programadores, que idearon una argucia formal para neutralizar el malentendido.
“Ahora está todo bien. Los organizadores aclararon en diversos medios que el cierre oficial va a ser mi show, y que Los Nocheros van a estar en la cacharpaya, a las tres de la mañana. Lo que me había molestado era que se tratara una cosa así con tanta ambigüedad”, dijo ayer el músico a Página/12. El secretario de programación de Cosquín, Gustavo Russo Caronti, señaló a este diario: “Charlamos bien con él y con su representante y está todo aclarado. Si hubiésemos hablado antes y no se hubiera ventilado todo por los medios, no habría habido ningún problema. Ellos sabían que nosotros estábamos en contacto con Los Nocheros, y no había ninguna cláusula en el contrato que nos obligara a programar a Víctor en el cierre. Pero, en homenaje a su trayectoria, cerrará el festival. Para Cosquín los dos artistas son igualmente importantes. No queremos escándalos, ni que se haga de esto una historia tipo Süller vs. Pradón”. Los programadores, inclusive, insinuaron la posibilidad de que Heredia actúe como invitado de Los Nocheros en la última luna, lo cual multiplicaría el alcance promocional del entuerto fallido. “Encantadísimo subiría al escenario con ellos. Son pibes macanudos”, agregó Heredia.
El cantautor nunca había puesto en duda su buena relación con el cuarteto salteño, pero en su estallido de bronca vio la maniobra de los organizadores coscoínos como una falta de respeto a su trayectoria. “A esta altura de mi carrera no me puedo enterar por los diarios de que voy a figurar como artista secundario. Tengo algunos años en esto, algunos logros, algunos méritos, entre ellos el de haber sobrevivido. Ya me pudrí un poco de que me ninguneen. No es una veleidad, no pasa por una cuestión egocéntrica. Cuando Charly dice que es el mejor del país, un genio, todos se cagan de risa, o creen que dice la verdad. Y si yo digo que quiero que me respeten algo que ya estaba acordado, paso por egocéntrico. Que se vayan a cagar. Tengo más de 25 éxitos instalados en el imaginario colectivo, si yo no protejo mi carrera, quién lo va a hacer. Soy Víctor Heredia. Tengo que cumplir con ese compromiso y con esa mochila. No tengo por qué explicar a nadie quién soy.”
Los cierres en Cosquín son siempre un tema aparte. En algún momento, Soledad era número puesto, pero la disminución de su convocatoria le quitó ese lugar de privilegio. Hasta último momento, la comisión municipal de folklore, encargada de la organización del festival, confió en que Los Nocheros participarían del encuentro, de uno u otro modo. El grupo de los hermanos Teruel, sin embargo, no quería cerrar para la televisión: ellos no aceptan ser filmados sin llegar antes a un arreglo individual con los canales (en este caso, canal 26). La excusa esgrimida era que en el horario del cierre, Los Nocheros tenían comprometida una actuación en un teatro de Villa Carlos Paz. El homenaje a la trayectoria de Heredia surgió, entonces, como un imperativo dictado por la necesidad. Se anunció en una conferencia de prensa que Heredia sería finalmente quien cerraría Cosquín y cuando ya el festival había empezado, los organizadores lograron con Los Nocheros para que éstos subieran más tarde al escenario Atahualpa Yupanqui. Heredia se enteró por los diarios y explotó. Según él, más allá del desfasaje comunicacional, hay un problema más profundo: “Estoy cansadode tener que mostrar todos los días lo que valgo. Ya lo hice hace mucho tiempo. Este país ha caído en un pozo económico que produjo también una decadencia ética, moral, muy serias. No se distingue qué es cultura, qué es estética. Da lo mismo que cierre yo o un bailantero, mientras llene la plaza. Ojo que esto no lo digo por el caso particular de Los Nocheros, con los que está todo bien, son gente maravillosa. Pero están todos los valores dados vuelta. Si Yupanqui estuviera vivo no tendría la convocatoria de Los Nocheros, y sin embargo, ¿se lo podría discutir?”.
La relación de Heredia con Cosquín estuvo siempre marcada por la historia política del país. Se dio a conocer allí, en la edición de 1967, en pleno apogeo del llamado nuevo cancionero. Después, no pudo actuar entre 1970 y 1984. “Cuando volví, con la recuperación democrática, fue una emoción inmensa para mí –señala Heredia–. Soy un hijo de Cosquín. Por eso me resultó muy halagador que después de tantos años de carrera me llamaran para cerrar el festival y me sentí muy decepcionado cuando vi que se cambiaba todo de un día para el otro.”