ECONOMíA › VUELVE A PONERSE EN MARCHA EL CANJE DE BONOS POR BIENES
Traiga sus Boden y salga manejando
Con una pérdida de la mitad del valor nominal, los ahorristas que canjearon sus depósitos por títulos ahora podrán hacerlo por rodados. Para las terminales, el negocio es redondo.
Por segunda vez en el año, el Gobierno pone hoy en marcha un mecanismo para canalizar fondos atrapados en el corralito a la adquisición de bienes. Los tenedores de Boden 2012 podrán utilizarlos para comprar autos, maquinaria agrícola o industrial. También se podrán adquirir inmuebles a construir o bienes del Estado desafectados del dominio público. El Ministerio de Economía destinó 300 millones de pesos al rescate de los títulos que se usen en la operación. Sin embargo, el ministro de la Producción, Aníbal Fernández, anunció ayer que el Gobierno planea ampliar ese cupo a 600 millones, resguardando la mitad a la promoción de la venta de autos, y la otra mitad a la de inmuebles.
Concesionarias y terminales automotrices venían reclamando por la reglamentación del sistema, que fue dispuesto por decreto en mayo último. Con 300 millones de pesos destinados a la demanda de 0 kilómetro, se colocarían unas 12 mil unidades. En este momento se están vendiendo 6000 autos nuevos al mes. En el sector dicen que “todo lo que ayude a aumentar las ventas es bienvenido”, pero existen ciertas dudas sobre la eficacia del plan porque consideran que es posible que quienes tomaron bonos a diez años prefieran esperar a que suban de precio en lugar de cambiarlos por un auto.
El Gobierno rescatará los títulos a una paridad de casi dos pesos por dólar, ya que los bonos se tomarán a 1,40 más CER, más los intereses que vayan corriendo para los Boden hasta el día en que se haga la operación. En este momento, eso da un valor de 194 pesos por cada lámina de 100 dólares, lo que significa casi un 25 por ciento más de lo que recibiría el titular del bono si lo vendiera ahora en el mercado, pero es casi la mitad del valor nominal del título. Varias terminales están analizando mejorar la oferta, entre un 5 y un 10 por ciento. Esa sería la manera de atraer más compradores. Los vehículos que ingresan en la operación son aquellos de fabricación nacional o del Mercosur.
El interesado puede pagar una parte o el total del auto con bonos. El primer paso es acordar con el concesionario el precio y la forma de pago, para que este le entregue un comprobante con el acuerdo. Luego el comprador le da los bonos, transferidos a favor del Gobierno, que es el que los rescata. Es probable que la puesta en marcha de este programa de promoción haga subir el precio de los Boden en el mercado secundario, ya que cotizan a un precio menor del precio al que los recuperará el Estado. Esto traería un beneficio indirecto para los tenedores de los títulos.
Si bien el programa arranca oficialmente hoy, las concesionarias necesitarán unos días para conocer y adaptarse a la operatoria. El reclamo del sector era que se repitiera la experiencia de abril pasado, cuando se permitió comprar autos con dinero del corralito mediante una simple transferencia desde la cuenta del cliente a la del concesionario. En ese momento se colocaron 14.000 unidades.
De todos modos, las terminales y las concesionarias están obteniendo una vez más apoyo del Estado, que decidió sacar 300 millones de pesos para fomentar la actividad del sector. Si bien es cierto que el rubro automotor es uno de los más importantes dentro de la actividad manufacturera, es prácticamente el único que recibió ayuda pública de manera sistemática durante la última década. Fernández, que acaba de asumir como ministro de la Producción, señaló ayer que el Gobierno analiza duplicar la cifra para el programa. Pero no mencionó en qué plazo. Lo único que dijo es que el Banco Central financiará los primeros 300 millones de pesos al Tesoro para agilizar la puesta en marcha del esquema, y que se plantea llevar la promoción a 600 millones.
Por otra parte, el funcionario sostuvo que “una vez que esté definido el tema automotor, lanzamos el de la construcción”. El Gobierno tiene que dar las últimas precisiones sobre cómo utilizar los Boden para la compra de inmuebles en construcción. Otro uso posible para los títulos es invertir en fideicomisos que financien proyectos de inversión, que deberán cotizar en Bolsa. Finalmente, los bonos se pueden destinar al pago de impuestosnacionales adeudados al 30 de junio de 2001 y a la compra de bienes del Estado desafectados del dominio público.
El Gobierno no estableció ningún plazo tope para canjear títulos por bienes. En las concesionarias suponen que la mayor demanda se concentrará en los próximos 45 días, pero habrá posibilidades de usar los Boden sin límites. El único cupo es el de los 300 millones de pesos.